Máxima expectación ante la visita de Rafael Louzán a un almuerzo que protagonizaba en el Círculo de Empresarios. En el aire, la situación de Galicia para acoger partidos del Mundial 2030. El contexto es extraño. A Coruña, preseleccionada en el opaco y confuso proceso destapado por El Mundo, es una de las elegidas, pero todavía no ha iniciado la transformación de su estadio mientras Vigo, que se quedó a las puertas, pelea por ocupar la vacante que ha dejado Málaga. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha gambeteado las preguntas de la prensa y recogida por El Desmarque y no ha aportado detalles concretos sobre si Riazor o Balaídos albergarán en 2030 la competición más prestigiosa del deporte rey.
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"La decisión final corresponde a la FIFA", aclaró Rafael Louzán, que indicó que "la responsabilidad de las candidaturas recae en las ciudades". El máximo responsable del organismo futbolístico recuerda que en el caso del Mundial que se celebra en 2026 en Estados Unidos, Canadá y México la FIFA recortó las sedes a solo 16 estadios, por lo que el único dato importante que aportó Louzán en su visita a la ciudad olívica es que habrá que aguardar al próximo año para concretar qué decisión tiene la el organismo internacional sobre las opciones reales que tienen Vigo y A Coruña para ser sede del Mundial.
El presidente de la RFEF admite su deseo de que Galicia cuente con dos sedes en el Mundial 2030, algo que ya sucedió en la Copa del Mundo de 1982. Mientras A Coruña está paralizada, Vigo ya ha activado la ampliación de aforo en Balaídos que le permita cumplir todos los requisitos que impone la FIFA. La primera medida es el traslado de los colectores que permita retranquear la grada de Tribuna 30 metros, una actuación que ampliará la ocupación de esta bancada hasta los 15.000 asientos, que supondría que Balaídos tenga espacio para 43.000 personas.
En sus declaraciones ante la prensa, Louzán ha vuelto a rebajar el optimismo de Abel Caballero para que Vigo sea sede del Mundial 2030 ante la renuncia de Málaga. "No creo que se pueda sacar una conclusión matemática", señaló el presidente de la RFEF, que lanzó una picada al regidor vigués asegurando que "hay que hablar menos y hacer más".
Por otro lado, Rafael Louzán admitió que la situación de Vigo y Valencia ha variado con respecto al proceso de selección que realizó la RFEF hace dos años.