El PP de Vigo inicia una nueva etapa. Lo hace con Marta Fernández-Tapias como líder de los populares vigueses tras imponerse en la votación del congreso que tuvo lugar esta mañana en la Estación Marítima. El "ADN vigués", lema de su campaña para capitanear a la formación en la ciudad olívica, ha convencido a 300 de los votantes mientras que su contrincante, el exconselleiro Javier Guerra, obtuvo 222. A las urnas estaban convocados un total de 615 militantes, de los que acudieron 523 a depositar su voto. La jornada se desarrolló con completa normalidad y se registró un voto en blanco y dos impugnaciones que finalmente resultaron archivadas.
El cónclave del PP de Vigo encumbra a Marta Fernández-Tapias como presidenta de los populares en la urbe gallega. “A defender Vigo no me va a ganar nadie”. Toda una declaración de intenciones de quien acaba de ser elegida para dirigir el PP de Vigo los próximos cuatro años. La actual delegada de la Xunta en la ciudad olívica reconoció estar "ilusionada" con el reto de “regenerar el partido y volver a conectar con la ciudad”. “Hoy comenzamos un camino nuevo, ilusionante, que nos hará crecer y que es de todos, un camino en el que el PP va a escuchar y defender a Vigo, para que Vigo escuche y defienda al partido”, proclamó. “En Vigo se encuentra la única respuesta para volver a ser importantes”, arengó.
La nueva presidenta llamó así a “aparcar las diferencias, las discrepancias lógicas previas a un congreso, para remar todos en la misma dirección”. Así, pidió a los suyos “no perder de vista quién es nuestro verdadero rival”, en clara referencia al alcalde de Vigo, Abel Caballero. “Si queremos ser una alternativa para los vigueses y viguesas debemos hacerlo unidos”, señaló.
“Es hora de dejar de mirarnos a nosotros mismos, es hora de dejar de lamentarnos y de quejarnos, de poner excusas y de buscar culpables. Es hora de mirar adelante, ahora nos toca a nosotros iniciar el cambio”, sentenció. Prometió así “dedicación absoluta y trabajo, trabajo y más trabajo” con el objetivo de “reconquistar a los vigueses, recuperar nuestra base electoral, mejorar y ayudar a mejorar Vigo y crecer juntos”, indicó.
“Nos toca iniciar el cambio”, volvió a insistir, y esto solo lo vamos a lograr sumando a gente capaz de trabajar por un Vigo grande y pujante, que consiga no solo ser conocido, sino reconocido. Con luces, pero sin sombras”, advirtió. “Volveremos a ser esa ciudad donde nadie esté excluido y donde todos puedan desarrollarse en libertad”, anotó, “con un alcalde que no esté peleado con todo el mundo y una teniente de alcalde que no esté marcada por la corrupción”.
El nuevo equipo debe asumir la tarea de recomponer el partido que, tras las últimas elecciones pasó de siete a cuatro concejales en la corporación municipal, lo que motivó la dimisión de la anterior presidenta local y candidata en 2019, Elena Muñoz. Además, el PP vigués tendrá por delante otro reto fundamental, con vista a los próximos comicios locales de 2023: plantar cara a un 'todopoderoso' Abel Caballero, alcalde de la ciudad olívica desde 2007 y con una trayectoria ascendente sin parangón, que le ha llevado a gobernar con 20 de los 27 concejales del Ayuntamiento.
El cónclave del PP de Vigo pone fin a dos años y medio de interinidad, en los que una gestora presidida por la exalcaldesa Corina Porro ha estado al frente del partido, y se celebra tras una campaña electoral marcada por la tensión entre ambos contendientes (Fernández-Tapias y Guerra).
Una campaña de máxima tensión
La tensión durante la campaña tuvo su momento álgido cuando la Comisión Organizadora del Congreso (COC) emitió un comunicado desvelando que Javier Guerra y miembros de su candidatura habían facilitado sus cuentas bancarias para la domiciliación de cuotas de personas que solicitaban afiliarse. La COC habló entonces de intentos de afiliación irregular, aunque el senador negó dichas ilegalidades y aseguró que se trataba de personas de su entorno, por lo que la normativa del partido permitía esa práctica.
Desde la candidatura de Marta Fernández-Tapias exigieron "explicaciones" a Guerra, al que acusaron de intentar hacer "maniobras" en la sombra y "trampas". El tono se rebajó posteriormente, aunque a pocas horas de la celebración del Congreso, la propia Marta Fernández-Tapias ha proclamado que "pase lo que pase" este sábado, no culpará "al árbitro" ni tampoco va a "amagar" con irse "a otro partido" (en clara alusión a la posibilidad planteada en su día de que Javier Guerra acabase liderando Ciudadanos en Galicia).