Más de 200 personas se concentran en Vigo para reclamar "justicia" para Déborah

Concentración celebrada en Vigo ante el Museo MARCO // MARTA VÁZQUEZ / EUROPA PRESS

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Más de 200 personas se han concentrado en la tarde de este martes en Vigo para reclamar "justicia" para Déborah Fernández-Cervera, la joven que apareció sin vida en 2002 en una cuneta de O Rosal (Pontevedra) unos días después de su desaparición. Antes del inicio de la movilización, que ha tenido lugar a las 20:00 horas ante el Museo Marco, la hermana de la joven, Rosa Fernández-Cervera, ha señalado que se busca mostrar que "una sociedad entera" busca "justicia" para Déborah porque "no se merece que un asesino siga en la calle". "Esto es un grito de desaparición. Vemos que quedan cuatro meses para la prescripción del delito y vemos que la justicia sin hacer lo que corresponde", ha afirmado al tiempo que ha acusado a la Fiscalía de "no mover un dedo". También ha recordado que sus abogados presentaron un informe "demoledor" de 44 páginas en el juzgado, pero "se sigue sin respuestas".

"Hay un asesino entre nosotros y me niego a que otra familia tenga que sufrir el calvario que sufrimos nosotros", ha aseverado Fernández-Cervera, que ha recordado que dos informes periciales apuntan hacia un mismo sospechoso y ha vuelto a criticar las actuaciones policiales y judiciales en el caso. Durante el acto, organizado por Feminismo Unitario de Vigo, la madre de Déborah, Rosa Neira, ha pedido "justicia" para su hija y "un montón de hombres y mujeres" desaparecidos en Galicia, como María José Arcos y Sonia Iglesias.

"Esto es una lacra en España", ha denunciado Neira, que ha recordado que "hay 16.600 desaparecidos bajo tierra y, entre ellos, 800 niños" sin que "a ningún partido (político) le importe". "Pido justicia para mi hija y para todos ellos", ha demandado.

Manifiesto

Adicionalmente, se ha leído un manifiesto para pedir que "se haga justicia" y la muerte de Déborah "no quede impune", para lo que se ha remarcado que "es necesario citar al principal sospechoso" para declarar. Así, se ha advertido de que, "si no se tiene justicia ahora, luego será tarde" y la "injusticia" quedará ligada al nombre de Déborah.

Así, el manifiesto ha remarcado que "no se puede alargar más este paripé" en el que "dos investigaciones policiales apuntan a un mismo sospechoso" que no ha sido llamado a declarar y sobre cuya pertenencia a una familia con peso en la ciudad se ha puesto el foco. Tras denunciar "múltiples extravagancias" en el caso, el manifiesto ha recordado que en mayo se consiguió la exhumación del cuerpo de la joven y ha demandado "el fin de la justicia patriarcal", así como la condena del culpable o los culpables para que "la familia pueda descansar" y "Vigo vuelva a ser una ciudad segura". Finalmente, las personas congregadas ha coreado el lema 'Justicia para Déborah' mientras han portado carteles con mensajes como 'Tolerancia cero contra la violencia de género'.

Desaparición

Déborah Fernández-Cervera desapareció en 2002, cuando tenía 21 años de edad, después de salir a correr por la zona viguesa de Samil. Una semana después, su cuerpo fue encontrado desnudo en una cuneta en el municipio de O Rosal (Pontevedra), a unos 40 kilómetros de distancia.

Aunque el caso se cerró, en noviembre de 2019 el Juzgado de Instrucción 2 de Tui (Pontevedra) acordó su reapertura para proceder a la práctica de nuevas actuaciones. Desde entonces, más de una decena de personas, entre ellas una que estuvo a cargo de la investigación en un primer momento, han prestado declaración.

Asimismo, el cuerpo de la viguesa fue exhumado en mayo tras la autorización del juzgado para que los peritos forenses lo analizasen en busca de indicios que arrojasen luz sobre su muerte. De este modo, los restos de la joven fueron sometidos a diversas pruebas que permitieron hallar restos de pelos y fibras en sus uñas y se recogieron muestras de ADN de una treintena de personas para realizar un cotejo.

Durante este periodo, la familia de Déborah ha denunciado supuestas "irregularidades" y actuaciones judiciales y policiales "inexplicables", y ha reclamado que se llame a declarar al principal sospechoso del caso, para cuya prescripción quedan poco más de cuatro meses.

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