La escena musical gallega acaba de recibir un soplo de aire fresco, ancestral y disidente con el lanzamiento de "3. Fantasía", un tema que une por primera vez en estudio a Meiga-i, la drag pandeireteira viguesa que ha sacudido los escenarios con su fusión de folclore y performance, y a O Rabelo, artista que desde hace tiempo se mueve entre la tradición musical y la experimentación urbana.
La canción forma parte de Xerme, el ambicioso disco-libro de O Rabelo, concebido como un taller de sonido y palabras, donde conviven quince colaboraciones que tienden puentes entre la Galicia más profunda y los discursos más contemporáneos. Producido por Petrowski, el tema se apoya en melodías populares —como Carmela o Carmiña— para hablar sin rodeos de identidades diversas, adultismo y derechos queer, reescribiendo la tradición desde las márgenes.
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"Creo que queremos que nos entiendan, simplemente, por eso utilizamos las historias de ficción, personajes y la música. Para mejorar la convivencia, hacernos entender cuando las palabras no llegan", explica Meiga-i, en una declaración que encapsula el espíritu del proyecto. Esta vocación de diálogo se traslada también al videoclip, una pieza de estética cuidadísima, dirigida por Iris Justo y producida por Cru Producións, que traslada la fantasía a un terreno simbólico donde la disidencia florece entre gaitas, lentejuelas y ruinas gallegas.
Dos voces con muchos ecos, los del pasado y los de hoy
Meiga-i no es nueva en la escena cultural gallega, pero sí lo es en el estudio. Este debut musical supone un paso firme desde el espectáculo en vivo hacia un universo sonoro propio. Quienes han asistido a sus actuaciones saben que en ellas el humor se encuentra con la pandereta, lo extraño se funde con la tradición y Ana Kiro convive con la reinvención queer. "3. Fantasía" recoge todos esos elementos y los transforma en un himno a la complejidad identitaria y la libertad expresiva.
Por su parte, O Rabelo continúa así su recorrido con un proyecto (Xerme) que no se limita a reinterpretar el cancionero popular, sino que lo subvierte, lo actualiza y lo convierte en herramienta de provocación, escucha y resistencia. Consciente del poder simbólico de la música, O Rabelo convierte cada tema del disco en una cápsula de memoria viva, abierta al presente y al futuro.
Tradición y disidencia no son opuestos
"La tradición no está reñida con la disidencia", reivindican ambos artistas. "La música gallega sigue siendo un espacio de liberación y reinvención". Y con "3. Fantasía", esa afirmación no es solo un lema, sino una experiencia estética y política que resuena más allá de los márgenes habituales de la música tradicional.
En tiempos donde la identidad se politiza y los discursos excluyentes ganan terreno, esta colaboración se convierte en un gesto valiente: el de tomar lo heredado y hacerlo propio, sin renuncias ni silencios. Galicia, en esta fantasía, suena más libre que nunca