El Concello de Vigo ha iniciado el proceso para tramitar las sanciones relacionadas con el estado de alarma y las restricciones impuestas en los sucesivos meses debido a la pandemia. Tras meses de incertidumbre, la pasada semana el Consello Consultivo de Galicia ratificaba la postura de la asesoría jurídica de la Xunta que apuntaba a que los concellos podrán ser los encargados de incoar y sancionar las infracciones relacionadas con la Covid-19.
La resolución llegó después de semanas de desacuerdo entre concellos y Xunta sobre quién se debía encargar de tramitar las miles de multas impuestas desde el pasado 14 de marzo. Ahora, con el aval del Consello Consultivo, los concellos inician ya la tramitación de las sanciones para que no queden invalidadas. Solo en Vigo, se calcula que se han impuesto cerca de 600 propuestas de sanción por incumplir algunas de las restricciones aprobadas para intentar frenar a la pandemia.
“Estamos tramitando los expedientes sancionadores”, anunció esta mañana el regidor vigués, Abel Caballero, para apuntar que “es obligación de la Xunta, pero se muestra incapaz, es una desorganización total, y lo vamos a hacer nosotros”.
Caballero busca no dejar las propuestas de sanción en el limbo, ya que el Concello de Vigo es uno de los más vehementes a la hora de perseguir a los incumplidores. “No queremos que los negacionistas campen al libre albedrío por la ciudad”, avisó el regidor vigués.
Caballero se reúne esta mañana con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y con la ministra de Política Territorial, Carolina Darias. En el encuentro, advierte que volverá a solicitar al Gobierno que se exija a las autoridades sanitarias delegadas en las comunidades autónomas la obligación de ser transparente con los datos. “La Xunta está en un proceso de ocultación que es un clamor en España”, aseguró para afirmar que “se ha especializado en el arte del ocultismo”.
El alcalde de Vigo solicitará que se informe sobre los datos a nivel municipal, además de pedir que el Gobierno autonómico haga público el número de rastreadores. En concreto, plantea tres exigencias: “Hay que doblar el número de PCR en Vigo, hay que duplicar el número de rastreadores y hay que reforzar de forma consistente la atención primaria en la ciudad”.