A escasas horas de que se cumplan tres meses desde el comienzo de la huelga en el bus urbano de Vigo, miles de personas, según cifras de la organización, salieron a la calle en esta lluviosa tarde de sábado para lanzar un grito unánime por la "mejora del servicio del transporte público" en la ciudad y por las "condiciones laborales y salarias dignas" de los empleados de Vitrasa, la concesionaria del bus urbano de Vigo. La marcha, convocada esta semana por los sindicatos CIG, CC.OO., USO y UGT, arrancó pasadas las 18:30 horas desde Praza España. Una bengala marcaba el inicio de una movilización en la que destacó la presencia de caretas con la imagen del alcalde Abel Caballero o de otras pancartas como "Vitrasa solución" o "Vitrasa nos retrasa".
La movilización recorrió las calles del centro de la ciudad olívica. Una enorme marea de paraguas invadió en la tarde de este sábado Gran Vía y Urzáiz, en una imagen que se convierte en un grito unánime para frenar el "deterioro" del transporte público de la ciudad olívica y para poner fin a un conflicto laboral que ha desembocado en una huelga de los buses de Vigo que este domingo cumplirá ya tres meses de paro total. Uno de los destinatarios de las protestas en la movilización fue el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, al que le dedicaron cánticos como "Vitrasa culpable, Alcalde responsable" o el ya clásico "Menos luces e máis autobuses".
Además del conflicto laboral que mantienen Vitrasa y trabajadores, una de las principales demandas de la manifestación celebrada este sábado 24 de febrero fue denunciar el deterioro que ha sufrido el bus urbano vigués. Los sindicatos convocantes censuran que en los últimos cuatro años han desaparecido las líneas C2, N2, N3, PRM y aseguran que se han reducido más de 250 expediciones al día, aumentando los tiempos de espera debido a la caída de frecuencias, lo que supone ofrecer un peor servicio, sobre todo en los barrios y parroquias de la urbe gallega.
Las centrales sindicales critican que en los últimos tres años aumentó el precio del billete de autobús hasta tres veces, lo que cifran como una subida del 16%, lo que convierte al bus de Vigo "en el más caro de toda Galicia. Los sindicatos convocantes censuran que los fondos públicos que ha recibido Vitrasa y que solicita "va a parar al bolsillo de la empresa, que no invierte un solo céntimo en la mejora del servicio ni tampoco en la mejora de las condiciones de trabajo del personal". Las empleadas y empleados de la concesionaria del bus urbano llevan más de tres años con los salarios congelados al no renovarse el convenio colectivo, que expiró en 2020 y ha desembocado en el conflicto laboral que mantiene en paro total al transporte urbano de la ciudad desde el 25 de noviembre.
El próximo martes, 27 de febrero, está previsto que se produzca un nuevo encuentro entre Vitrasa y el comité de empresa, donde quedará ver si se alcanza un acuerdo, aunque las dos posturas parecen, en principio, muy alejadas.
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