"Considera usted oportuno regular la presencia de animales en las playas del municipio de manera que en el periodo estival puedan acceder a ellas entre las 22:00 y 9:00 horas?" Esta pregunta, con posible respuesta afirmativa o negativa, es la primera consulta pública de la historia que hará el Concello de Nigrán.
El Gobierno local ha decidido poner en marcha este referéndum popular para saber si los vecinos apoyan o no modificar la ordenanza de convivencia ciudadana que, entre otros aspectos, regula la presencia de animales. Lo hace después de que un grupo de vecinos pidiera que en verano se permita ir a las playas con perros en horarios de poca afluencia. Actualmente, entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, está prohibida la presencia de animales en todos los arenales de Nigrán excepto en la Praia do Carreiro y Praia do Canto.
Los vecinos y vecinas pueden expresar su opinión hasta el 15 de agosto a través de escrito o instancia presentada en el registro o sede electrónica o bien mediante un formulario disponible en la web municipal (clic aquí).
"Tenemos muchas opiniones encontradas al respeto entre la propia ciudadanía e incluso entre ornitólogos o ecologistas y propietarios de mascotas", asegura el alcalde, Juan González, quien el verano pasado dio el paso para permitir la presencia de perros durante lo periodo estival en dos pequeños arenales. "Los propietarios de perros siguen demandándonos una mayor apertura al respeto, pero también tenemos muchos vecinos que se opone. No es una cuestión tan sencilla y queremos, de este modo, conocer la opinión general de la ciudadanía", explica el alcalde, quien no valora en ningún caso "una modificación de cara a que puedan acceder los perros durante lo resto del día coincidiendo con la presencia de bañistas".
Multas graves
El alcalde de Nigrán incide en que, como contempla la ordenanza y no se pretende modificar, los perros deberían pasear por la playa atados por correa como en los demás espacios públicos del municipio e, igualmente, es totalmente obligatorio que el dueño recoja sus excrementos. "En caso de que finalmente se modifique la ordenanza vamos a ser especialmente vigilantes para que los dueños recojan las cacas porque, de lo contrario, se considerará una infracción grave con multas de hasta 600 euros", insiste el regidor nigranés, que ve en esto "una línea roja" para que funcione la convivencia entre bañistas por el día y dueños de perros por la noche y primera hora de la mañana.