El Concello de Nigrán trabaja a contrarreloj para salvar del ‘chancro’ el castiñeiro centenario de San Pedro después de que la Brigada Forestal Municipal detectara su presencia. Así, tras solicitar hace dos años sin éxito que este ejemplar se incluyera en el catálogo de ‘Árbores Senlleiras de Galicia’ de la Xunta por su singularidad, ahora, ante esta situación, el Concello pidió oficialmente que el Departamento de Sanidade Vexetal inicie el tratamiento fitosanitario que lo podría salvar y, por otra parte, que la Estación Fitopatolóxica del Areeiro estudie su salud. Además, esta misma semana la Brigada Forestal Municipal retiró las ramas muertas y podó los chupones para que no le resten vigorosidad.
“Ao parecer o chancro é unha enfermidade moi común nestas árbores e, sen tratamento axeitado, conduce á morte, polo que, aínda que nin sequera é competencia do Concello porque está en terreo da Igrexa, nos puxemos mans á obra inmediatamente para salvalo”, explica el alcalde, Juan González. Desde el Concello explican que el chancro es una de las peores enfermedades que pueden aparecer en árboles y plantas. Está provocada por una bacteria que penetra en la planta a través de una herida de las ramas, tallos u hojas, y una vez dentro, crea bultos que impiden que el zumo circule bien.
Este castiñeiro tiene un diámetro de 158 centímetros, 28 por encima del perímetro normal, y 35 metros de altura bajo un aspecto corpulento y porte erecto. El ingeniero forestal municipal certificó en el 2020 que, “sendo moi precavido", supera los 110 años, ya que en las fotografías del vuelo americano de 1956-1957 ya se aprecia con una copa muy similar, por lo que como mínimo en aquel momento tendría 50 años.
Este ejemplar, indican, es una buena prueba de la importancia de los castiñeiros en Galicia como sustento y fuente de madera a lo largo del tiempo. Las fuertes podas que sufrió, aún apreciables, indican que su extracción no solo fue con objetivos de formación, si no también para adquisición de madera de gran calidad. Además, este castaño forma parte esencial del conjunto de la iglesia de San Pedro y también de su historia. "Forma parte do patrimonio natural de Nigrán e ten un valor científico, cultural, etnográfico e histórico indubidable, polo que hai que protexelo a nivel biolóxico e antropolóxico", añade el regidor.