La escultura de los caballos de Oliveira, en la viguesa Praza de España, ha estrenado este viernes su nueva iluminación, además de volver a incorporar la cascada de agua parada durante más de dos años. La iluminación, que se había cambiado en 2019, se ha vuelto a renovar por un tono más amarillo y que no deslumbre al tráfico.
El alcalde, Abel Caballero, explicó este viernes que el gobierno municipal realizó una actuación de mejora en el monumento, “una obra maravillosa y excepcional”, que “llevaba años sin ser revisada”. La escultura fue sometida a una revisión estructural que derivó en la reparación de las patologías detectadas: la eliminación de las fisuras, la protección de las chapas anti corrosión y la impermeabilización del vaso de fuente que perdía agua.
Este viernes por la noche, el Concello puso en funcionamiento la nueva iluminación del conjunto escultórico que se dotó de ocho proyectores led de alto rendimiento lumínico y en el que se instalaron nuevas bombas de agua para la cascada de la fuente que llevaba tiempo sin funcionar. Además se renovó la vegetación en la zona verde.
Este conjunto escultórico, diseñado por Juan José Oliveira e instalado en abril de 1991, tuvo un coste aproximado de 89 millones de pesetas de la época y representa a cinco caballos salvajes en su ascenso por un torrente. Con ella, el escultor quiso rendir homenaje a los potros que otrora poblaban el cercano monte de O Castro.
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