Las nuevas rampas de Gran Vía "colorean" el bulevar vigués: así avanza la obra del Vigo Vertical

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La recta final de esta semana ha marcado un antes y un después en las obras de la segunda fase de las rampas de Gran Vía. Esta semana la infraestructura ha empezado a "colorearse", es decir, los operarios arrancaron con la instalación de los pórticos. Conductores y transeúntes ya se han encontrado con parte de la cubierta en tonos amarillos y naranjas, por lo que el Concello mantiene la estética tan característica de las cintas mecánicas del tramo que va desde María Berdiales hasta la calle Venezuela.

Este viernes el Concello ha habilitado al tráfico dos carriles por sentido, una medida que, en principio, se prevé que alivie los habituales atascos que se registran en el bulevar vigués desde el inicio de las obras de esta segunda fase de una actuación que permitirá que los peatones salven la pendiente de Gran Vía sin esfuerzo desde las confluencias con la calle Venezuela y Nicaragua, en el entorno de Praza de España. De hecho, los primeros pórticos instalados son los ubicados junto a Pezseto, la escultura icónica que, según Abel Caballero, es el "Puppy particular" de Vigo, en referencia a la escultura floral diseñada por el norteamericano Jeff Koons para el entorno del Museo Guggenheim de Bilbao.

Según las previsiones actuales del Concello, el mes de enero o febrero será cuando se inaugure este segundo tramo de las rampas de Gran Vía. No obstante, los operarios todavía tienen pendiente completar el pórtico de todo el tramo que va a partir de la calle Venezuela hasta la zona donde ya están instalados. Otra de las singularidades de esta actuación es el suelo interactivo que guardará cierto paralelismo con el piano que tocaba un joven Tom Hanks en la película "Big".

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