El uso obligatorio de la mascarilla parece que no es aceptado por la totalidad de la ciudadanía. Vigo ha sufrido nuevos episodios violentos en Vitrasa tras la agresión que sufrió un conductor de Vitrasa hace un mes. En esta ocasión no hubo puñetazos, pero dos conductores del transporte urbano vigués tuvieron que recurrir a la Policía Local para denunciar la actitud violenta de dos pasajeros que se resistían a ponerse el material de protección.
Uno de los incidentes se produjo el pasado sábado. A las 14:18 horas, el conductor del Vitrasa que cubría el trayecto por la calle Jenaro de la Fuente informó que un pasajero se negaba, en estado agresivo, a colocarse la mascarilla. La Policía Local acudió al lugar e identificó al individuo, de Portugal y de 62 años de edad. Finalmente, accedió a ponerse el material de protección, continuando el bus su recorrido habitual.
La otra actuación se produjo el domingo 12 de julio. La Sala de Control de Vitrasa informaba a las 11:22 horas que otro usuario de bus urbano había insultado al conductor ante el requerimiento de que utilizase la mascarilla. El ciudadano se negaba a ponerla. Los agentes se trasladaron al lugar de los hechos, en Travesía de Vigo, donde se encontraba un inspector de Vitrasa que informó que el pasajero ya había abandonado el autobús.
Por último, la Policía Local estableció un control en distintas líneas de Vitrasa a las 19:18 horas en la zona de Samil para comprobar si los usuarios llevaban mascarilla ante la probable masificación en el interior del autobús. Los agentes controlaron un total de ocho vehículos, amonestando verbalmente solo a una usuaria por llevar la mascarilla bajada.
Amenaza con “si caes en mis manos”
La jornada electoral se saldó también con incidentes, aunque fue tranquila en términos generales. El más destacado fue el de un hombre que se negaba a emplear el requerido gel hidroalcohólico para poder entrar en el colegio electoral.
El suceso sucedió en el colegio Salesianos y la escena es, cuanto menos, demencial. Un varón de 65 años, H.R.G., natural de Vigo, “increpó e insultó en un claro estado de alteración” a un agente que le indicaba que debía cumplir con todas las medidas de seguridad establecidas, según explica la Policía Local.
“Por su tenaz negativa y la actitud de menosprecio, se le solicitó su DNI para la toma de datos, y proceder a su denuncia, negándose a facilitarlos en reiteradas ocasiones”, explica el parte policial. La situación empeoró cuando, el hombre, manifestó trabajar para el Sergas en el Hospital Álvaro Cunqueiro y amenazó al policía “si cayese en sus manos”.
Finalmente se identificó y tras haber votado, se retiró la mascarilla al pasar por el agente y “a menos de un metro del rostro realizó la última de sus amenazas”.