El festival de O Marisquiño está ultimando estos días el montaje de todas sus infraestructuras en el entorno de la playa de Samil para celebrar su edición de 2025, que se celebrará entre el jueves 7 de agosto y el domingo 10. Como efecto colateral, el arenal vigués se ha quedado sin buena parte de los aparcamientos disponibles, justo en plena ola de calor con las temperaturas disparadas.
La cita, que llega a su 25 edición, buscará situar a la ciudad "en el centro de España", según ha asegurado el regidor vigués, Abel Caballero, que ha visitado este martes las tareas de montaje para asegurar que "vamos a superar lo que parecía insuperable". La empresa organizadora, Factor Ulises, recibe el apoyo del Concello con una subvención de más de 1,3 millones de euros.
El alcalde ha puesto en valor el evento, que este agosto cumple 25 años, siendo el "certamen de deportes urbanos más importante del mundo". Abel Caballero prevé que O Marisquiño "bata récords". Entre las novedades de esta edición se encuentran los cambios en el descenso urbano, una de las estrellas del festival que saldrá desde la fortaleza de O Castro pero tendrá un nuevo final en el Centro Comercial A Laxe.
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Problemas de tráfico y restricciones
La celebración de este festival está provocando desde el pasado 30 de julio importantes restricciones de tráfico en el entorno de la playa viguesa. Desde ese día la avenida de Samil (entre la glorieta de la calle Argazada y la bajada a Praia da Fonte) tiene un único carril de circulación para el tráfico general, concretamente el que está pegado al mar. En sentido inverso, se desvía la circulación por el Camiño Fontes hacia la calle Argazada. Una modificación que afecta de igual manera al transporte público.
Además, las pruebas han obligado a cerrar tres grandes espacios de aparcamiento, los número 2, 3 y 4, que están bloqueados para el desarrollo de las actividades de O Marisquiño durante los días del evento.