O Porriño se quedará, por ahora, sin presupuestos municipales. El Gobierno local no logró este jueves el apoyo de la oposición a las cuentas presentadas por el alcalde, Alejandro Lorenzo, para el presente ejercicio. “É unha folla de ruta que chega sete meses despois da investidura deste nogo equipo de Goberno tras catro anos de prórrogas sen propostas por parte do anterior Executivo”, afeó el regidor porriñés ante las críticas de la oposición.
Según Lorenzo, “o desenvolvemento da actividade municipal con cargo ao orzamento prorrogado do 2018 dificulta enormemente a xestión diaria impedindo, entre outras cuestións, a prestación regular de servizos básicos ao non contar con partidas”.
Las cuentas presentadas por el Gobierno del PP, ascienden a 27,8 millones de euros, de los cuales 18,6 millones corresponden a actuaciones financiadas con ingresos comunes y 9,2 millones de euros a una operación de crédito para inversiones de primera necesidad como la acometida de red de saneamiento (3,5 millones de euros), la dotación de vivienda de protección oficial (2,5 millones de euros) y la supresión del paso a nivel (3 millones de euros).
“Traemos unhas contas traballadas, deseñadas para poder atender ás necesidades reais dos veciños, retomar a senda do cumprimento do Período Medio de Pago e por suposto, para a recuperación económica do Concello”, aseguró el alcalde popular.
La propuesta del Ejecutivo no obtuvo el respaldo de los grupos de la oposición, que tildaron los presupuestos de precipitados, no trabajados suficientemente y no consensuados, obteniendo el voto en contra de los corporativos de PSOE, UDDL, BNG, EU SON y la concejala no adscrita.
Desde el PSOE, David Alonso, consideró las cuentas como “un caixón de sastre sen traballar” y acusó al Gobierno local de una actitud “arrogante” e “impresentable” por la falta de concreción previa sobre las partidas presupuestarias. Alonso también pidió al regidor, Alejandro Lorenzo, que “busque” financiación en la Xunta de Galicia para retirar el paso a nivel antes de “endeudar ao Concello”.
“Levamos seis anos pedindo un novo orzamento”, reconoció por su parte la portavoz de EU Son, Patricia Sío, pero afeó que el Gobierno local no haya realizado una auditoría sobre la situación económico-financiera como se había prometido. “Non hai un proxecto ou é mutante”, consideran desde la formación para asegurar que los presupuestos no eran “serios nin traballados”. “É unha hipoteca, cartos para unha campaña de marketing”, expresó la portavoz de EU Son en relación a la operación de crédito prevista. En cualquier caso, tendió la mano al Gobierno local para negociar los presupuestos de 2023 porque “O Porriño precisa orzamentos de futuro, non todo é deporte e Porrigalia”.
Desde el BNG, Pedro Pereira pidió al Ejecutivo popular que se explicase las cifras previstas de gasto a la vez que consideró que las cuentas llegaban “moi xustas” para este 2022. “O Plan de investimentos é de 12.000 euros para unha poboación de 20.000 habitantes, é unha anomalía”, expresó Pereira, dejando fuera la previsión de crédito. El BNG considera que existen “moitísimas eivas” y pidió una nueva partida para adecuar el PXOM a las necesidades actuales.
Por su parte, el portavoz de la UDDL, Manuel Carrera, consideró que el presupuesto “no está trabajado” con “una previsión de inversiones sin estudiar”. La concejala no adscrita, Lourdes Moure, afeó la falta de concreción de las cuentas y recordó los "12 millóns en caixa e 9 no remanente de tesourería”.
Desde el Gobierno defendieron traer “unha proposta viable, responsable e con todo o preciso para poder dar resposta ao que os porriñeses e porriñesas necesitan e non imos entrar en acusacións de bloqueo na xestión nin outras cuestións de tintes políticos”.
“Deuda heredada de más de diez millones”
La propuesta fue elaborada, explican desde el Gobierno, teniendo en cuenta la deuda pendiente de pago que, a 31 de diciembre de 2021, asciende a 10.105.887,11 euros. Una cifra que se consolida con los 5,4 millones de euros que se deben en facturación irregular inscritas entre los años 2017 y 2018, los 4,1 millones de euros reclamados por el Concello de Vigo en concepto de explotación de Eiras, además de 543.000 euros para hacer frente al pago de justiprecios. “Todo isto, fai necesario recurrir a unha operación financieira para garantir as inversións urxentes”, aseguran los populares.
Más gasto social y de personal
El Gobierno local presume de que las cuentas incluyen un incremento del gasto social en un 65% y la mejora de los servicios municipales dotando de más personal – incremento del 36%- y presupuesto para poder cumplir principalmente en la prevención de ayuda en el cuidado de mayores creando una area propia y atención social con más de 2 millones de euros. El área de limpieza y parques y jardines contaba con 1,4 millones de euros, después de años de servicios que estuvieron prestándose sin contrato.
Por otra parte, se incrementan 15% las partidas destinadas a deporte, mientras se crea una dedicada a empleo y formación con 120.000 euros. En el caso de Cultura, la partida crece en un 57% . El gasto en fiestas, por el contrario, se reduce en un 2%, según defienden desde el Ejecutivo.
Otro de los puntos que el Gobierno Municipal pretende modificar es lo que respeta a sus retribuciones que bajan en un 2,7% para el alcalde y un 2,02% por ciento para los concejales. Por último, las cuentas incluían la creación de una partida de 150.000 euros para asociaciones que no disponen de subvención nominativa.