Tras el estreno del nuevo himno del centenario del Celta, compuesto por el artista C. Tangana, han sido muchas las reacciones que este ha recibido por parte de audiencias de todas las partes del mundo. Ya no es sólo una obra del club, o de la ciudad, es una obra al mundo, una obra que uno puede disfrutar sin ser de Celta, sin ser de Vigo o sin siquiera saber hablar gallego (idioma en el que está cantada la composición musical).
Se cuentan en decenas de miles las reacciones que uno puede oír, leer o incluso ver a través de una pantalla: en Facebook, Twitter, TikTok, Instagram, Twitch, YouTube y ejemplos con los que uno podría estar enumerando hasta llegado el segundo centenario. En cualquier caso, son miles las video reacciones que uno puede encontrar en plataformas como, por ejemplo, YouTube.
Dichas reacciones no vienen solo de vigueses o gallegos, sino que por estar producida por un artista de la talla internacional como C. Tangana y con un trasfondo que da pie a una composición tan espectacular que directamente llega a suscitar reacciones en cualquier rincón del mundo conectado a la red, especialmente aquellos de habla hispana, mercado musical donde C. Tangana encuentra su mayor nicho de audiencia.
Argentina, Uruguay, Colombia, Ecuador o México son algunos de los muchos ejemplos de países donde el himno ha llegado para hacerse notar, como también lo ha sido por todos los rincones de la geografía ibérica, aprovechando la cercanía cultural existente entre Galicia y Portugal. Canales como Vocalissima (136.000 suscriptores), ANYMAL LIVE (170.000 suscriptores), Krox (178.000 suscriptores) o LOS XAVALES (127.000 suscriptores) son algunos de los espacios en YouTube que se han unido a este mar de reacciones, y sin ser ninguno de ellos natural de la ciudad olívica representan a la perfección el poder de este himno, el poder de erizarte la piel como si fuera tuyo, como si fuera a ti a quien estuviera dirigido.
Más allá de la música
Más allá de la épica letra, la melodía y de los espectaculares planos que dan forma al videoclip, tenemos que destacar que este es un himno lleno, muy lleno de significado, con un sentido de pertenencia brutal hacia el club. En un muy buen análisis realizado por Rubén Bastón, en su canal de YouTube Marketing4eCommerce, podemos tomar dimensión de cómo de profundo es el mensaje que C. Tangana ha plasmado en forma de un himno atemporal, destinado a hacer rugir hasta los cimientos del templo celeste de Balaídos. Algunas de las claves del videoclip, que quizá hayan pasado desapercibidas para el espectador común (incluso de algunos ya no celtistas, sino vigueses en general) son:
- La unión de los puentes: el plano inicial muestra los puentes de la Illa de San Simón y el puente de Rande de fondo, en lo que refleja el paso del tiempo, de los 100 años que el Celta ha tenido el privilegio de existir y con los que poder ver como Vigo y su área se han desarrollado junto al club. Es más, ¿alguien se ha fijado en que el coche que sale en el puente es un Citröen BX, cuya producción en Vigo representó el 10% de su producción a nivel global por el fabricante francés?
- Un canto a la ciudad y los aficionados: en el video no se ve Balaídos, ni jugadores de la plantilla, ni balones de fútbol y es prácticamente imposible contar el número de camisetas del Celta usando más que los dedos de una sola mano. Es un himno dedicado a una historia centenaria y a aquellos que la han hecho, y hacen, posible.
- El Celta de más allá de Vigo: el videoclip tiene lugar en el Puente de Rande y la Ría de Vigo, apareciendo en gran parte del videoclip las bateas de la ría, la Illa de San Simón y O Morrazo de fondo, porque el Celta no es un club, es una comunidad de aficionados bajo un sentimiento de pertenencia común a una zona geográfica concreta, con un carácter moldeado por su clima, sus valores y un sentimiento común de amor por el club celtiña.
- C. Tangana, en la sombra: está subido a su canal de YouTube, es el compositor y uno de los autores, pero no reclama como suya la composición. No canta, no baila y aparece en contados frames de todo el vídeo. Es cierto que se nota su mano en toda la producción (al final, él es uno de los productores), pero El Madrileño toma un inteligente paso al lado para centrar los focos en aquello que más y mejor representa al Celta: la cultura gallega, los paisajes, los aficionados presentes... y los pasados.
- Una carta de amor a aquellos que ya no están: esta idea es plasmada a las mil maravillas con las escenas de los "observadores", esos tranquilos aficionados que se mantienen lejos de la zona de acción y observan como los aficionados desatan el infierno en Rande.
- Ante la enemistad, neutralidad: es cierto que la relación entre Abel Caballero, alcalde de Vigo, y Carlos Mouriño, presidente del Celta de Vigo, está lejos de ser la mejor. Uno apostando fuerte por el sentimiento de "Viva Vigo". El otro, por el de "No nos vamos, nos echan" y sus proyectos en Mos. Y por eso destacamos como la totalidad del videoclip no fue filmado en Vigo, sino en Redondela, municipio donde se encuentran tanto la Illa de San Simón como el Puente de Rande, manteniéndose "neutral" en todo este conflicto.