La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural acaba de dar el visto bueno al proyecto de recuperación del sistema dunar de la playa de Samil promovido por el Concello de Vigo, tras constatar que el traslado del hórreo para lo cual se solicitaba autorización no modifica las condiciones que inciden en la significación e interpretación del elemento.
En Concello había denunciado a comienzos de febrero que Patrimonio buscaba “obstruir” la construcción del nuevo paseo de Samil en el tramo final.
A la vista de la documentación proporcionado por el Concello, los servicios técnicos de Patrimonio en la provincia no encuentran impedimento alguno al traslado del hórreo desde el punto de vista de la protección, situado en la actualidad entre la carretera y el paseo de la playa de Samil, y catalogado en el PGOM de 2008 a partir del inventario de Patrimonio Etnográfico del Concello de Vigo.
En su informe, indican que está “descontextualizado” en un espacio en el que se reconoce como un elemento ajeno al lugar con función decorativa y que la actuación definida en el proyecto de recuperación del sistema dunar en la playa de Samil 1ª Fase no altera esta situación.
Tras el estudio del expediente, acordaron informar favorablemente la intervención municipal, aunque la condicionan al mantenimiento de los elementos de la cubierta y su reconstrucción inmediata tras la preparación de la nueva solera en la que se asentará, a unos 26 metros del espacio actual desplazándolo hacia el sur.
Al mismo tiempo, apuntan que las piezas deberán ensamblarse según el método tradicional, preferiblemente en seco, y que todo el procedimiento deberá quedar debidamente recogido en una memoria final.
La obra consistirá en el retranqueo del paseo “de unos seis o siete metros” en el tramo final entre las pistas de patinaje y la playa Tombo do Gato (Playa de la Fuente). En palabras de Abel Caballero “supondrá más playa y más paseo”. La actuación consistirá en “afianzar el actual camino entre los árboles para dejarlo como camino bien trazado”. El resultado será que haya tres metros más de ancho de paseo, un paso que no será en baldosa, sino “en un material ecológico que ayude a la recuperación medioambiental”.