Empresarios y sindicatos del sector del metal de la provincia de Pontevedra han firmado este martes el preacuerdo alcanzado por ambas partes en la 15ª reunión para pactar un nuevo convenio colectivo, que se celebró en Vigo este pasado lunes durante más de 10 horas.
Tras meses de conflicto, a lo largo de los cuales se han llevado a cabo hasta seis jornadas de huelga, sindicatos y patronal han llegado a un acuerdo, lo cual suspendió la huelga indefinida, que estaba convocada a partir de este martes.
"Ayer estuvimos intentando acercar posturas durante más de 10 horas, prácticamente hasta la extenuación física y psicológica. Nos consta que las dos partes hemos hecho esfuerzos relevantes, teniendo en cuenta que partíamos de posiciones muy distantes", ha indicado las patronales (Asime, Atra e Instalectra) en un comunicado.
En concreto, el acuerdo contempla un incremento salarial del 9% en tres años (3% cada ejercicio), con hasta un máximo de un 2% adicional anual si el IPC estuviese por encima de la subida acordada. Además, se ha pactado una reducción de 16 horas de la jornada anual y un día adicional de vacaciones, que pasarán a ser 23.
En materia de contratos, aquellas contrataciones que se hagan por picos de trabajo puntuales, conforme a la modalidad de contrato por circunstancias de la producción que contempla la reforma laboral, tendrán una duración de hasta 12 meses, no de seis como hasta la fecha.
Asimismo, se concederán dos horas más de licencias, hasta 24, para acompañamiento de menores o familiares dependientes de primer grado al médico y se contemplan 16 horas para la realización de exámenes oficiales de capacitación profesional.
Las dietas se desvinculan de los incrementos pactados, salvo en 2025, que sí se actualizarán conforme al incremento salarial. Asimismo, se incrementarán los importes del seguro colectivo en 2.000 euros y se regularán el plus de guardias y disponibilidad.
Sin embargo, queda fuera del acuerdo la subrogación, que había solicitado en repetidas ocasiones la parte sindical y que la parte empresarial rechazó desde el inicio por considerarla un concepto que "va absolutamente en contra de la competitividad y es injusto con los trabajadores".
En este sentido, las patronales han defendido el diálogo "y no la vía de la movilización violenta" para lograr la paz social y el progreso del sector. "Como parte empresarial no podemos olvidar lógicamente los actos violentos que hemos sufrido, que esperemos sean los últimos en mucho tiempo. Todos sabemos que se ha sufrido mucho con la imagen que se dio en la feria Mindtech, donde se hizo un intento de boicot que ocasionó graves perjuicios", han añadido.
Pese a todo, ven este acuerdo como "garantista" con el que ganan "todas las partes", incidiendo en que este convenio sigue sendo un "referente" para empresas y trabajadores a nivel estatal. No obstante, el preacuerdo alcanzado queda ahora supeditado, según la parte sindical, a su aprobación en la asamblea de trabajadores, tras lo cual se procederá a firmar el texto final del acuerdo.
"Convenio digno"
Precisamente la Confederación Intersindical Galega (CIG) ha celebrado este preacuerdo, reivindicando que la lucha de los trabajadores ha "frenado las pretensiones patronales" y ha conseguido un "convenio digno" para el metal de Pontevedra.
"Fuimos quien de mantener el poder adquisitivo de los salarios", ha subrayado el sindicato, que ha puesto en valor los avances del pacto, y tachando de "demanda pendiente" la subrogación de trabajadores, ya que "la patronal se mostró totalmente hermética al respecto".
"El sector despertó, está unido y vamos a mantener viva la lucha y la movilización para que en los próximos convenios sigamos conquistando derechos y avanzando en las condiciones socioeconómicas de todos los trabajadores", ha concluido la CIG.