La humanización de la parte alta de Gran Vía, con la instalación de las rampas mecánicas, enfila su fase final y comienzan a instalarse algunos de los elementos singulares con los que contará, siguiendo la estela de la parte baja. Así, si en los tramos ya abiertos entre María Berdiales y Venezuela se han colocado elementos como una pantalla gigante, una caracola con sonido o un jardín vertical, la nueva fase hasta Plaza de España también tendrá sus singulares atractivos, destacando un enorme pez vegetal.
Muchos se han sorprendido este miércoles al comprobar una gran estructura metálica con forma de pez que corona ya el cruce de Gran Vía con Nicaragua. Se trata del “Pezseto”, una “escultura” floral singular de unos cinco metros de alto donde se instalarán diferentes plantas como pensamientos, petunias y otras especies que permitan realizar combinaciones de colores de diferentes tonalidades. El pez simula zambullirse en la Gran Vía.
El “Pezseto” es uno de los elementos singulares más llamativos de la nueva fase de las rampas de Gran Vía de Vigo, pero no será el único. También en el tramo entre Nicaragua y Bolivia, el Concello instalará un pavimento especial que genere energía con las pisadas. Ocupará una superficie de 11 metros cuadrados y estará compuesto por baldosas antideslizantes apoyadas sobre generadores.
Ya en la parte más próxima a Venezuela, se instalará un tramo de 27 metros cuadrados de suelo interactivo. Se tratará de pantallas instaladas en el suelo y con protección hermética ante la lluvia que, a través de sensores táctiles, permitirán crear una “alfombra” interactiva.
Esta última fase de la Gran Vía está prevista que se inaugure entre enero y febrero de 2023. Antes, en Navidad, se espera que estén listas las aceras laterales y se reabran dos carriles de bajada y dos de subida para el tráfico rodado.