La Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife pide una pena de 22 años de cárcel para el hombre natural de Vigo acusado de matar a puñaladas a su esposa durante un viaje de vacaciones a Tenerife en mayo del año pasado. El escrito de acusación, recogido por Europa Press, señala que el matrimonio, de origen gallego, llevaba 56 años de convivencia y, aunque residían habitualmente en Vigo, pasaban largas temporadas en el barrio de Los Cristianos, en el municipio de Arona, en un apartamento.
Según detalla la Fiscalía, en los últimos tiempos la relación entre ambos se había ido deteriorando progresivamente debido a que el hombre "vejaba, despreciaba, humillaba, dominaba y sometía a violencia física y psíquica a su mujer" que, "resignada, soportaba la situación en la que le tenía subyugada su marido".
Así, los días anteriores a los hechos, el acusado, de más de 80 años y que está en prisión preventiva por el crimen, estaba aquejado de un fuerte dolor de oídos motivo por el cual visitó en varias ocasiones los centros médicos cercanos a la localidad. Su dolencia, que él creía "irreversible", provocó un incremento de la violencia verbal hacia su esposa, que generaba una atmósfera "cada vez más insoportable de violencia verbal y crispación constante".
Así, un día, tras acudir al servicio de Urgencias de Atención Primaria del centro médico de Los Cristianos, en el que se le indicó la pauta del tratamiento que semanas anteriores se le había suministrado y la fijación de nueva cita, decidió acabar con la vida de su mujer porque no soportaba la idea de fallecer antes que ella.
La Fiscalía relata que la mujer estaba tumbada y adormecida en el sofá del salón cuando su marido le propinó varias cuchilladas en el cuello con unas tijeras metálicas de punta redonda con mango de 9,5 centímetros y hoja de 8,5 centímetros. Ya mortalmente herida, y mientras se dirigía tambaleándose hacia el patio de luces del inmueble, su marido se dirigió hasta la cocina y con un cuchillo de más de 30 centímetros le asestó varias puñaladas en el abdomen y el costado izquierdo.
El marido se autolesionó
El hombre, consciente de los hechos y con la finalidad de eludir las posibles responsabilidades, se autoinfligió diversos cortes en los antebrazos, pero que no hicieron peligrar su vida. Los gritos de auxilio de la víctima y los ruidos derivados de la brutal agresión provocaron que vecinos del edificio recabaran la intervención policial pero a la llegada de los agentes no se consiguió salvar la vida de la mujer, que yacía en el suelo con diversas heridas y un gran charco de sangre junto al arma homicida y el presunto asesino.
Como consecuencia de la agresión, la víctima presentaba unas nueve lesiones incisas o inciso-punzantes con distinta morfología y profundidad en la región facial y cervical, y otras siete lesiones incisas en el tórax (costado izquierdo) que le provocaron un shock hipovolémico-hemorrágico y su fallecimiento inmediato.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con el agravante de parentesco y solicita también diez años de libertad vigilada y una indemnización de 100.000 euros para cada una de las hijas del matrimonio por daños morales.
El juicio arranca el próximo lunes a las 09:30 horas, con tribunal de jurado, en la sección quinta de la Audiencia Provincial.