¿Por qué no hay luces de Navidad en los barrios de Vigo? ¿Se iluminará solo el centro?

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A 24 horas del encendido oficial de la Navidad de Vigo, la imagen de calles con adornos y arcos luminosos este 2023 dista mucho de la vista en años anteriores. El Concello de Vigo ha iluminado por ahora solo en exclusiva el centro de la ciudad con apenas una decena de calles de la zona más cara y privilegiada de Vigo. ¿Pero no llegarán las luces a los barrios populares donde vive la mayor parte de la población?

En las últimas semanas esta pregunta se ha repetido cada vez con más asiduidad, preguntándose por qué el Concello privilegia a la zona centro frente al resto de barrios. Sin embargo, la respuesta es sencilla y obedece a la mala planificación en la tramitación del contrato que este año ha tenido el Gobierno local, lo que ha obligado a un acelerado y accidentado montaje navideño, con precintos policiales incluidos por falta de permisos en una carrera contrarreloj por llegar a la fecha oficial de encendido, que se retrasó una semana con respecto a las previsiones iniciales.

Las luces llegarán, como en el pasado, a la mayoría de barrios y calles de Vigo, de Bouzas a Teis, O Calvario, Coia o las parroquias, pero tardarán. Ahora mismo el Concello centra sus esfuerzos en completar la iluminación para este viernes, por lo que el encendido navideño solo será visible en el centro. A partir de este sábado, los trabajos continuarán ampliándose para alcanzar las en torno a 450 calles que contarán con decoración navideña. Preguntado por este medio, el Concello no fue capaz de concretar una fecha sobre cuándo estarán terminados los trabajos.

Aunque desde enero ya se sabía que el Concello tenía que tramitar un nuevo contrato para instalar el alumbrado de Navidad, toda vez se habían agotado las prórrogas posibles del anterior, la nueva licitación no se publicó hasta el mes de agosto -cuando en años anteriores ya habría comenzado el montaje- y finalmente no se adjudicó el contrato a Ximénez -única empresa que se presentó- hasta el 13 de octubre. Lo que es más, no se formalizó por completo hasta bien entrado el mes de noviembre, ya que está sujeto además a control europeo por su elevado valor -casi diez millones de euros en cuatro años-. Así, los operarios no tuvieron apenas tiempo para colocar todas las luces. Si en años anteriores disponían de casi cuatro meses, esta vez apenas tuvieron unas semanas, lo que obligó a priorizar el centro para, tras el encendido, pasar al montaje barrio a barrio.

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