Portugal da el paso y apremia a España para potenciar la red atlántica entre Vigo y Lisboa. Llevaba tiempo avisando y este miércoles se materializó el compromiso del Gobierno portugués por apostar con la máxima tenacidad por una línea de alta velocidad ferroviaria en la fachada atlántica. “Sabemos, y lo certifican los estudios, que esta es la unión entre Portugal y España con mayor demanda”, expresó con claridad el ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, durante la presentación de la estrategia 2030 con la que se pretende dar el impulso definitivo al proyecto y en la que se ha anunciado el inicio de las obras de la línea.
El Gobierno presentó la nueva Línea de Alta Velocidad que se dividirá en dos proyectos diferentes: la línea Lisboa-Oporto y la línea Oporto-Vigo. Se construirá en tres fases. En 2030, el objetivo del Gobierno portugués es unir la ciudad olívica con Oporto en un viaje de una hora, y Oporto con Lisboa en 1 hora y 19 minutos.
Según expresó el presidente de Portugal, António Costa, esta conexión a España va a reforzar la Fachada Atlántica entendiendo la conexión entre Oporto y Vigo como “el primer paso” para la integración de Portugal “en la red ibérica de Alta Velocidad”. El mensaje es claro. Portugal quiere unirse a la red española a través de Vigo y no a través de Madrid, como se ha insistido durante años desde España.
La intención de Portugal es “arrancar muy rápidamente” con el proyecto y los estudios de impacto ambiental para iniciar las obras en 2026 y tener finalizada en 2030 la primera fase.
Unos de los objetivos de Portugal es además potenciar el aeropuerto de Sá Carneiro, entendido como el de “referencia para todo el noroeste peninsular”. La intención es pasar de las 3 horas y 22 minutos actuales en un viaje desde Vigo -sumando el transbordo en metro- a 1 hora y 25 minutos en 2030 y, si el Gobierno español avanza conjuntamente en este lado de la frontera, situar la conexión Vigo-Sá Carneiro en 48 minutos.
Sobre la fase 2, más ambiciosa y que pretende reducir a menos de una hora la distancia entre Oporto y Vigo, Portugal insiste en apremiar al Gobierno de España para que avance también en la salida sur de Vigo y la conexión en alta velocidad hasta la frontera en el Miño. “Solo podremos comenzar a construirla cuando España empiece también”, insisten desde Portugal en relación a la línea hasta la frontera con Galicia.
El proyecto, que "cambiará la cara del país de forma permanente”, en palabras del ministro luso de Infraestructuras, se ampara en los nuevos objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, fomentando el transporte ferroviario sobre el avión. El proyecto espera situar en 16 millones el número de viajeros entre las dos principales ciudades de Portugal. En la actualidad, los servicios convencionales mueven seis millones de personas. Para lograrlo, se espera pasar de los 25 servicios actuales entre Oporto y Lisboa a 77, 60 de ellos en la nueva red de alta velocidad.