Portugal insiste. El AVE entre Vigo y Lisboa es una prioridad para el Gobierno luso y el ministro de Infraestructuras de Portugal, Pedro Nuno Santos, mantiene su apuesta decidida por el corredor ferroviario de alta velocidad con Galicia que, de cumplirse los plazos y el apoyo del Gobierno de España, podría estar finalizado en ocho años.
En una entrevista al diario EL PAÍS, Nuno Santos, reafirma a la conexión ferroviaria de alta velocidad con Galicia como la “próxima gran prioridad” de Lisboa, que también mantiene otro planes como unir Oporto con Madrid a través de Salamanca para 2040. El Gobierno socialista de Portugal entiende pues como prioritaria la conexión gallega ante la “estrecha relación económica y social” de ambos territorios que requiere una decidida apuesta tras décadas de abandono.
Nuno Santos confirma que “en este momento han comenzado los trabajos conjuntos entre Infraestructuras de Portugal y Adif para estudiar las soluciones técnicas del proyecto entre Vigo y Oporto”. Los planes pasan por que “si todo va bien” el tren de alta velocidad entre Vigo y Lisboa esté operativo en 2030.
El impulso definitivo para las obras podría llegar gracias a los fondos europeos, ya que Portugal quiere optar a ellos al tratarse de una conexión transfronteriza en un corredor transeuropeo. El objetivo de la candidatura conjunta entre España y Portugal pasa por lograr que Europa financie hasta el 50% del coste.
Las obras forman parte del Programa Nacional de Investimentos 2030 de Portugal. De cumplirse, viajar entre Vigo y Lisboa en tren llevaría dos horas y 15 minutos, frente a las más de cinco horas actuales. Oporto quedaría conectada con la ciudad olívica en una hora de viaje.
Tras años de desinterés por parte de Portugal y de excusas por parte del Gobierno de España, que siempre prefirió priorizar la conexión Madrid-Lisboa, la situación parece haber cambiado también a este lado del Miño. En este momento se encuentra en redacción el estudio para la salida sur ferroviaria desde Vigo-Urzáiz. Entre las opciones está la construcción de un túnel hasta Torneiros, en O Porriño, para continuar después hasta la frontera lusa. Otra de las propuestas pasa por un by-pass en Redondela hacia la vieja línea del Miño. El resultado del estudio se espera que se presente a finales de este año. Las obras, complejas económica y técnicamente implicarán también la construcción de un nuevo puente sobre le Miño.