Carmo es el último oso del antiguo zoo de Vigo. Un espectacular ejemplar que llegó a la ciudad en el año 2006 junto con su hermano Pelayo, este último fallecido en 2018. Ahora, los vigueses y las viguesas temen que corra el mismo destino.
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El Concello ha emitido un comunicado informando de que este animal cautivo está atravesando problemas de salud. A pesar de que el viejo zoo se reconvirtió en lo que ahora es VigoNature, las instalaciones siguen manteniendo algunos animales, y Carmo no ha logrado encontrar otro hogar. Y ahora va a ser difícil que lo haga.
Según informa el propio Concello, el animal sufrió dos episodios de apatía y debilidad durante el verano, por lo que actualmente se le está administrando un tratamiento al que "está respondiendo adecuadamente", aseguran. El propio Gobierno local señala que acaba de revisar las pruebas que se le realizaron a este oso, en las que "se pudieron apreciar diversas dolencias".
Carmo padece afecciones tanto en el hígado como en los riñones y en los intestinos. Por eso mismo, el Concello insiste en que "a pesar de la buena respuesta al tratamiento" resulta esencial "realizarle más pruebas diagnósticas" con el objetivo último de "encontrar un resultado definitivo". Una vez se pueda diagnosticar por completo lo que le sucede, se tratará de "aplicar el tratamiento más adecuado, así como poder aclarar el pronóstico de la enfermedad".
A pesar de que VigoNature ya no se presenta como un zoo, en sus instalaciones permanecen los animales que no han podido ser recolocados en otros centros especializados. Su oferta actual se centra en la divulgación como "parque medioambiental". Aunque cabe recordar que en el año 2020, este lugar alojaba a casi 1.000 animales, mayoritariamente de pequeño tamaño.
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