20 de julio de 1936. La Porta do Sol de Vigo era el escenario de uno de los episodios más negros en la historia de la ciudad. Se proclamaba el Estado de Guerra que luego desembocaría en la dictadura franquista. Actualmente, en plena democracia y tras cumplirse ya el 89 aniversario de ese suceso, el BNG insta ahora al gobierno municipal que designe el kilómetro cero vigués como "Lugar de Memoria". La propuesta incluye la instalación de una placa explicativa que sirva para recordar y homenajear la resistencia de la urbe gallega que se configuró como uno de los bastiones de la lucha antifascista en Galicia.
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El portavoz municipal del BNG, Xabier Pérez Igrexas, recordó que "en aquel 20 de julio, el Capitán Carreró Vergés, ante la oposición popular dio orden de abrir fuego contra las vecinas y vecinos, provocando más de 20 muertos y medio centenar de personas heridas". Este acto fue el inicio de una represión que causó cerca de 10.000 víctimas en Galicia y cuatro décadas de represión franquista.
"La memoria democrática es el mejor antídoto a la amnesia, la más potente vacuna contra el virus del odio que alienta, aún a día de hoy, la derecha ultraespañolista y reaccionaria", afirmó Igrexas.
Crítica a la gestión municipal
El BNG de Vigo criticó la actitud del Gobierno municipal de Abel Caballero, que "se negó a avanzar en la recuperación y visibilización de la memoria histórica en la ciudad". Destacan que un ejemplo de esa inacción fue impedir la retirada de la cruz franquista de O Castro, inaugurada por el propio dictador en la, de aquella denominada, como plaza de la División Azul. "Tenemos que lamentar que el gobierno de Caballero se haya negado a avanzar en la recuperación y visibilización de la memoria con decisiones infames como impedir la retirada de la cruz de O Castro", declaró Igrexas.
El BNG propone la creación de una Comisión para la Memoria Democrática en el Concello de Vigo con dos grandes objetivos: avanzar en la retirada completa de toda la simbología franquista e impulsar la recuperación de la memoria histórica. "No basta con realizar cada año un pequeño acto ritual de reconocimiento en Pereiró", afirmó Igrexas. "El mejor homenaje a Emilio Martínez Garrido, a José Antela Conde y a tantos y tantas asesinadas y represaliadas por el fascismo, es actuar para retirar de nuestra ciudad todos los vestigios y símbolos de los asesinos que permanecen en nuestras calles y edificios públicos".
Para Igrexas hacer de Porta do Sol un Lugar de Memoria es "un acto de dignidad democrática y un primer paso imprescindible para retomar con determinación el camino de la verdad, justicia y reparación".