¿Qué hacen los mismísimos Cazafantasmas con su coche en pleno centro de Vigo?

Un par de notas y cualquiera reconocería la icónica melodía de una de las películas más famosas de la historia del cine. Los Cazafantasmas han marcado a toda una generación con sus divertidas tramas, su característica indumentaria y todos los gags que se han ido incorporando a la cultura popular de la sociedad a lo largo de los años. Pero lo que nadie se esperaba es que los mismísimos Cazafantasmas se trasladaran a Vigo en una nueva aventura. ¿Qué hacen aquí?

La respuesta está en el marco del festival Vigo Rúa Máxica, que celebra su tercera edición llenando de ilusión, trucos y sorpresas las calles del centro de la ciudad. Desde el pasado sábado 12 de abril, la Porta do Sol (o el Auditorio Municipal, según lo permitía la lluvia) se ha transformado en el epicentro de la magia callejera, con actuaciones gratuitas para todos los públicos. Y este año, entre naipes voladores y desapariciones imposibles, una presencia singular ha captado todas las miradas: el equipo de Los Cazafantasmas, con todo y su famoso coche, el Ecto-1, han tomado la emblemática plaza como si de una misión paranormal se tratara.



La réplica oficial del Ecto-1 ha sido trasladada desde Barcelona y permanecerá expuesta en la Porta do Sol hasta el sábado 19 de abril, en horario de 12:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:30 horas. Además del vehículo, actores caracterizados como los míticos personajes de la saga recorrerán la zona por las tardes, interactuando con el público, tomándose fotografías y reviviendo algunas de las escenas más recordadas del cine fantástico.

La iniciativa forma parte de una experiencia inmersiva y lúdica que busca conectar la magia con el cine y la nostalgia, apostando por la cultura popular como herramienta de atracción y participación ciudadana. A ello se suman espectáculos a cargo de artistas como el Mago Rey Midas (Argentina), Francis Zafrilla (Albacete), Pepe Lirrojo (Zaragoza), y la esperada Gala Máxica del sábado, que clausurará una semana repleta de ilusiones.

Así, entre cartas que se transforman en palomas, monedas imposibles y apariciones espectrales, Vigo se convierte por unos días en un lugar donde la fantasía cobra vida. Y si alguien ve algo extraño en el vecindario... ya sabe a quién llamar.

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