Quejas en Vigo por el pis de los perros, el incivismo de los dueños y la pasividad del Concello

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El regreso de las altas temperaturas y la actitud incívica de algunos ha provocado que aumenten de nuevo las quejas de vecinos por los malos olores provocados por orines y cacas de perros sin recoger. Vigo es la ciudad de Galicia con más perros registrados, con entre 45.000 y 50.000, uno por cada seis habitantes. Sin embargo, su gran número está causando cada vez más problemas, no por su presencia, sino por la falta de cumplimiento de las ordenanzas públicas y la ausencia de control del Concello de Vigo. 

En los últimos días, se están multiplicando los carteles que ciudadanos anónimos están colocando en las calles para invitar a los incívicos a cambiar su comportamiento. También son cada vez más habituales en entradas de portales de viviendas, tiendas o restaurantes. "Os pises de can, se non lle botas auga sonche unha porcallada", es uno de los mensajes que se repite en diferentes puntos.

Mientras que la presencia de caca es menos frecuente, aunque no inusual, debido a la concienciación sobre la recogida de los excrementos, es mucho menos habitual que los propietarios de los animales salgan a la calle con una botella de agua combinada con algún producto como vinagre para eliminar el pis y, con él, los malos olores que produce, especialmente durante el verano.

Hasta el momento, el Gobierno local ha mantenido una actitud laxa ante esta problemática cada vez más habitual. Aunque se inició una campaña de reparto de botellas y de concienciación para la limpieza de los orines, poco más se ha hecho. Y desde luego, no se está persiguiendo el incivismo, a pesar de que la nueva ley de Bienestar Animal, que entró en vigor el pasado 29 de septiembre, fija importantes multas.

En su artículo 26, la norma estatal señala que es obligación de los dueños "evitar que los animales depositen sus excrementos y orines en lugar de paso habitual de otras personas" y, en cualquier caso, deben proceder "a la retirada o limpieza" con productos biodegradables. No cumplir con este mandato se considera una infracción leve, cuya sanción prevista es un apercibimiento o multa de 500 a 10.000 euros. El Concello se estaría inclinando por ahora por el aviso previo más que por la sanción.

Perros sueltos, un problema en aumento

Por norma, ningún perro puede ir por la calle suelto. Así lo fija la ordenanza municipal aprobada en el año 2000 durante el mandato de Pérez Castrillo. En su artículo 11, subraya que "con carácter general, en las vías públicas los animales deberán circular sujetos con correa o cadena".

Con todo, en espacios como la Vía Verde es muy habitual encontrarse con animales sueltos, en algunos casos de gran tamaño, que pueden intimidar a niños y adultos. "Es obligado llevarlos con correa, aunque sean pequeños", mantizó este jueves el alcalde, Abel Caballero, para pedir que los dueños sean "cívicos".

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