Galicia quiere atajar lo antes posible el preocupante incremento de casos activos que está sufriendo en las últimas jornadas. Una de las claves reside en controlar la apertura del ocio nocturno y, sobre todo, en la vigilancia de los botellones, que son ilegales en la comunidad gallega tal y como recordó el pasado martes en Vigo el presidente Alberto Núñez Feijóo. Por ello, el Ejecutivo gallego se ha reunido con el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, y el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (FEGAMP) y representantes de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para acordar reforzar este fin de semana los controles en Vigo, las otras seis principales ciudades gallegas y Sanxenxo.
El objetivo es que imágenes como las que sucedieron el pasado sábado en la ciudad olívica no se reproduzcan, donde en la noche del viernes para el sábado se disolvieron varios botellones en la zona centro de la urbe gallega, uno con más de 500 personas en el Náutico.
Vigo contará, por tanto, con un dispositivo especial este fin de semana. La Policía Nacional ha asegurado que para estas jornadas se prevén "patrullas uniformadas y de paisano" en las zonas donde se pueden producir aglomeraciones, un operativo que funcionará en colaboración con la Policía Local. Además, habrá agentes de paisano vigilando estas áreas susceptibles de celebración de botellones.
Por otro lado, el PP de Vigo ha denunciado esta mañana que Abel Caballero no tenga previsto ningún dispositivo para frenar el botellón y han censurado que con su actitud "está incitando a que se hagan fiestas". El concejal Jesús Marco enumeró hasta un total de, al menos, 14 puntos negros en la ciudad en los que se "celebrarán botellones".