Salceda reabre sus piscinas al aire libre totalmente renovadas, más seguras y accesibles

Publicidad

Después de dos años cerradas a causa de la pandemia y, tras la primera fase de una reforma que va a permitir su completa transformación, las piscinas municipales de Salceda de Caselas vuelven a abrir al público. Desde este viernes 24 de junio y hasta el 24 de septiembre los vecinos y vecinas podrán disfrutar de las instalaciones en horario de 15:00 a 21:00 horas.

Las obras de mejora de las instalaciones contemplaron la reparación de los vasos y la recuperación de la “zona de playa” del recinto, en las que se invirtieron cerca de 141.000 euros financiado con el Plan Concellos de la Diputación de Pontevedra.

En una visita esta semana, la presidenta provincial, Carmela Silva, destacó que la obra se completará a partir del invierno con una nueva fase, también con una aportación del Plan Concellos por 135.178 euros, para la remodelación de los vestuarios y la mejora de la accesibilidad en el recinto.

Las dos piscinas, una de adultos y una infantil, fueron construidas en 1986 y presentaban problemas de pérdida de agua, de seguridad y accesibilidad, solucionadas con la actuación llevada a cabo.

La alcaldesa Verónica Tourón, hizo un repaso de las obras de la piscina y “de todo lo que la rodea, que no podía quedar mejor tanto a nivel funcional como estético” y todo eso en un “entorno espectacular y cada vez más humano” como es el Parque de A Gándara. La alcaldesa de Salceda hizo hincapié en que las obras sirven para adaptar las piscinas “a los nuevos tiempos y situaciones y, sobre todo, hacen que sea un espacio que pueda acoger a todas y a todos”.

Las obras de esta primera fase se centraron en los vasos y, de este modo, la piscina de adultos redujo la profundidad, que ahora va desde los 1,40 metros en la zona menos profunda a los 2,15 metros. Además, se construyó un escalón corrido en un lateral a 1,20 metros para que las personas que no sepan nadar o quieran descansar puedan apoyarse y se dotó a la instalación de una silla elevadora para el acceso a la lámina de agua de las personas con movilidad reducida.

En el caso de la piscina infantil, se redujo la profundidad de 70 a 45 centímetros. Ambos vasos quedaron forrados con recubrimiento cerámico especial. Además, se instaló un nuevo acceso al recinto para personas con movilidad reducida, se sustituyó el suelo de pavimento de gres alrededor de las piscinas por uno antideslizante y se colocaron nuevas barandillas. También se sustituyó el vallado exterior.

La segunda fase, que se ejecutará después del verano, se centrará en la reforma de los vestuarios, cuyo actual edificio está obsoleto y precisa mejorar su accesibilidad. De este modo, se construirá una nueva cubierta ligera para aumentar la altura actual, que cubrirá también el pasillo exterior, donde se colocarán las taquillas. Además, se creará un nuevo vestuario adaptado y se acondicionarán y los espacios de los actuales vestuarios femeninos y masculinos, con el relevo completo de las instalaciones de saneamiento, electricidad e iluminación. Se instalará una nueva caldera de agua caliente con apoyo solar, un almacén para acoger los útiles y materiales de la piscina y un cuarto de instalaciones para agua caliente sanitaria. En una última fase se acometerá la renovación del sistema de depuración, con un coste de 54.000 euros.

Salir de la versión móvil