Los Bomberos de Ponteareas comenzaron la semana con una llamada muy inusual, por la que tuvieron que acudir de urgencia a una vivienda del barrio de Canedo, donde una perra de 18 años se había quedado atrapada en un tubo de recogida de agua fluvial. Los dueños, angustiados por los gemidos y los ladridos que se escuchaban de ella desde fuera, no tardaron en llamar a los bomberos. "En cuanto llegamos ya sabían que se encontraba ahí, nos indicaron dónde se escuchaban los ladridos", relata Víctor, uno de los bomberos que participó en el rescate.
Un rescate con final feliz
Después de comprobar el tramo de la tubería en el que se encontraba el animal a través de una cámara endoscópica, los profesionales pudieron acceder a ella. "Hicimos un corte que justo nos permitía acceder con los brazos y alcanzarla, pero había riesgo de que le pudiésemos hacer daño a ella", asegura el bombero. Durante el tiempo que la perra estuvo atrapada, la dueña se encontraba visiblemente afectada por no saber las posibles complicaciones del rescate o si saldría muy herida. "La tranquilizamos y le aseguramos que no se iba a quedar ahí. No se trataba de un rescate aparentemente difícil, ya que al tratarse de tierra y no de piedra, se podía acceder sin problema a la tubería", comparte Víctor.
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Tras cuarenta minutos de mucho agobio por parte de los dueños, la perra sacó la cabeza por la tubería y los bomberos pudieron rescatarla sin ninguna complicación. "Salió un poco sucia y mojada, ya que en la tubería había un poco de barro", explica uno de los bomberos del rescate. Para los bomberos y los dueños sigue siendo un misterio cómo la perra se quedó atrapada, ya que debido a su edad no tiene mucha movilidad y se trata de una tubería poco accesible.