Nueva vuelta de tuerca con la vacuna de AstraZeneca, que vive en una auténtica montaña rusa de decisiones sobre su administración. El Consejo Interterritorial, donde está presente el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, ha aprobado este lunes retomar la vacunación con AstraZeneca suspendida la semana pasada y, a la vez, ampliar el rango de edad de las personas a las que se les suministra el fármaco.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aconsejó el jueves continuar con la vacunación empleando AstraZeneca ya que se considera que "los beneficios superan los riesgos" aunque no se descarta el "posible vínculo con trombos" en casos "muy raros". El Gobierno y las comunidades adoptan ahora esa misma línea y retoman la vacunación suspendida preventivamente, pero además redoblan la apuesta por el antígeno de la farmacéutica anglo-sueca.
Según ha explicado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, el Consejo Interterritorial ha aprobado ampliar la vacunación con este fármaco hasta los 65 años -ahora estaba limitado a menores de 55- y se abre la puerta incluso a seguir ampliando la franja de edad en función de los ensayos clínicos que se están realizando para comprobar la efectividad y efectos secundarios. La EMA permite su administración a mayores de 18 años, sin límite de edad. En concreto, la vacunación se reanudará el miércoles para los grupos 3B (personal implicado en la gestión y respuesta de la pandemia), 3C (resto de personal sanitario y socisanitario no vacunado con anterioridad) y el 6 (Guardia Civil, Policía Nacional y Autonómica, Local, Bomberos, etc). "El Sergas irá incorporando a este proceso a los menores de 65 al ritmo que marque la llegada de viales", explican desde la Xunta de Galicia.
Galicia recibió esta semana "algo más" de 12.000 dosis, el 57% de lo previsto. En la actualidad Sanidade ha administrado ya un total de 385.613 dosis entre todos los fármacos. Un total de 119.941 personas tienen la pauta completa (las dos dosis necesarias).
La EMA considera que "los beneficios de la vacuna para combatir la amenaza aún generalizada del COVID-19 (que a su vez provoca problemas de coagulación y puede ser fatal) continúan superando el riesgo de efectos secundarios" y aclara que "no está asociada con un aumento en el riesgo general de coágulos sanguíneos (eventos tromboembólicos) en quienes la reciben" aunque reconoce que, a pesar de no haber evidencia, sí "puede estar asociada con casos muy raros de coágulos de sangre asociados con trombocitopenia, es decir, niveles bajos de plaquetas en la sangre".
El comité de seguridad de la EMA considera "probada" la eficacia de la vacuna para prevenir la hospitalización y la muerte por COVID-19, ya que supera la probabilidad extremadamente pequeña de desarrollar DIC o CVST. Sin embargo, a la luz de los hallazgos, "los pacientes deben ser conscientes de la posibilidad remota de tales síndromes, y si se presentan síntomas que sugieran problemas de coagulación, los pacientes deben buscar atención médica inmediata e informar a los profesionales de la salud sobre su vacunación reciente", se aclara.
Sanidad había aprobado una pausa en la vacunación con AstraZeneca después de que media docena de países europeos hicieran lo propio tras producirse varios casos de trombos en personas que se habían vacunado recientemente.