“Preocupación” en la Xunta de Galicia ante el exceso de aforos en las terrazas. El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha mostrado esta tarde su “preocupación” ante los incumplimientos en la primera jornada de apertura de la hostelería. García Comesaña señaló durante una visita a Vigo que "la percepción que estamos observando ahora mismo" es que “las terrazas no están al 50 por ciento” sino que superan ese aforo. El conselleiro ha recordado que se establece ese porcentaje como “criterio de prudencia” y que es necesario que los hosteleros hagan “todo lo posible para que se cumpla”. En caso de que no sea así, se hará “lo que corresponda”, avisó.
“Una de las diferencias de esta fase es que se ha pedido la implicación de todos”, explicó el conselleiro para avanzar que el próximo lunes comenzará una auditoria a la hostelería. García Comesaña recordó que el sector “está concienciado” y apuntó que “deben ser conscientes de que el 50% de las terrazas es un acuerdo que hemos tomado entre todos”.
Este viernes se vivía como una jornada de máxima expectación ante la reapertura de la hostelería que sumaba ya semanas completamente clausurada. Bares, restaurantes y cafeterías vivieron su primera prueba de fuego en una jornada en la que el sol animó a salir a la calle y disfrutar de las terrazas en un ambiente primaveral. Algunos hosteleros transmitían su miedo ante una avalancha que se tradujera en incumplimientos y aglomeraciones, mientras que otros reconocían que con las actuales limitaciones de aforo resulta muy difícil reabrir.
Lo visto en Vigo se traduce en una afluencia intensa en esta primera jornada. Las calles se han vuelto a llenar de vida y alegría que por momentos hacía olvidar la pandemia hasta que uno se fijaba en los pequeños detalles. Mesas más separadas de lo habitual y las omnipresentes mascarillas recordaban que de normalidad, poco.
Este primer viernes “piloto”, dejó sin embargo ver que todavía hay mejoras necesarias. Lo apuntó el propio conselleiro y se percibía con salir a la calle. En las terrazas no se inutilizan o precintan las mesas que no se pueden usar y, en ocasiones, dio la sensación de lleno absoluto en muchas de ellas. En lo positivo, los clientes parecen haber interiorizado la necesidad de usar siempre la mascarilla mientras no se esté consumiendo, un acto de autorresponsabilidad que parece haberse vuelto más común.
La hostelería debe afrontar en esta nueva reapertura un plan de seguridad que no ha llegado a tiempo y se irá desplegando en los próximos días. Los hosteleros tienen hasta el próximo 5 de marzo para adaptarse a la nueva normativa, que implica la obligatoriedad por parte de los clientes de escanear un código QR para poder consumir y así facilitar las labores de rastreo en caso de un brote. También será obligatorio descargar y cubrir un nuevo cartel que debe indicar en todo momento la capacidad máxima del local, el aforo permitido en porcentaje y la capacidad de personas con ese aforo reducido. La Xunta quiere que sea fácil de identificar cuándo se ha llegado al aforo máximo.
La vigilancia policial se reforzará también con presencia policial mucho más intensa que hasta ahora. En los concellos de hasta 20.000 habitantes la Policía Local realizará dos visitas semanales por local, mientras que en los de más de 20.000 se aplicarán además medidas de vigilancia extra los fines de semana y los días festivos. La norma vigente permite a la Policía la "suspensión inmediata" y desalojo en caso de incumplimientos graves, como aglomeraciones, superación de aforo o incumplimiento en el uso de mascarilla.