El abandono de animales en España, especialmente gatos y perros, ha motivado la aparición de cada vez más y más protectoras y refugios de animales, instituciones que velan por la seguridad y bienestar de los animales mientras se les busca un hogar donde poder recibir el amor que merecen, y muchos de los "inquilinos" tienen la gran suerte de poder acabar en hogares donde realmente se les quiera.
Una de esas protectoras, y que nació con el mismo objetivo de cuidar a los animales y encontrarles un lugar de acogida (temporal o, preferiblemente, permanente) es la Protectora de Animais de Aloia. Oriunda de Tui, es una realidad gracias a la iniciativa de un grupo de personas que, preocupadas por el destino que les esperaba a los animales en general y a los del Refugio de Tui en particular, decidieron unirse para hacerse cargo de su cuidado, protección y atención. En su página web tienen mucha más información sobre sus instalaciones, animales disponibles para adopción y demás.
"La Protectora de Animales Aloia ha estado activa desde hace ya más de siete años, y salvo una pequeña ayuda del Concello de Tui para la comida, el resto se sustenta gracias a la iniciativa privada de nuestros socios y los apadrinamientos", explica Laura Abalde, una de las voluntarias de la Protectora de Animales Aloia. "Es gracias a ellos que podemos financiar los servicios de veterinaria, cuidados, mantenimiento de la protectora...", añade.
"Nosotros en la protectora ya hemos tenido perros adultos que, al llegar a cierta edad, se estancan sus posibilidades de adopción, y por eso ofrecemos las acogidas, en las que la protectora corre con todos los gastos de veterinaria y alimentación para promover esas adopciones más difíciles", señala Laura. "Hemos tenido casos de perros que han estado aquí cinco, seis o siete años incluso, casi toda su vida, y gracias al sistema de acogida han acabado encontrando un hogar", indica.
Una adopción estancada sin motivo
Es cierto que muchos animales consiguen encontrar un hogar donde dar y recibir amor, pero siempre existe la predilección por animales más jóvenes y pequeños, principalmente por causas como la necesidad de cuidados extra derivados de la edad, la falta de espacio en la vivienda o, simplemente, una mayor esperanza de vida. Trasto es un perro de tamaño grande de avanzada edad, el más veterano de toda la protectora, de hecho. Y eso juega en su contra de forma injusta.
"Durante los dos últimos años casi toda la tercera edad se nos ha ido, pero tanto Trasto como Quique y Lola siguen aquí, y son de las que llamamos adopciones estancadas", declara Laura. "Son los tres perros que más tiempo llevan aquí, Trasto sobre todo, y esto es algo que sucede en muchas protectoras", puntualiza. "Además, Trasto tiene un problema, y es que es un perro de tamaño grande. Si a eso le sumas que es mayor y que no es un perro de raza, ya es una cruz para él, porque otros perros mayores y grandes de raza sí los han adoptado", explica.
"Trasto es uno de los perros más cariñosos, por no decir el más cariñoso y respetuoso que tenemos en la protectora. Es tranquilo, es bueno, está todo el rato a tu lado sin molestar, y por eso nos cuesta tanto entender que nadie se haya fijado en él, porque es tan bueno...", nos indica Laura. "Yo les tenía miedo, respeto, a los perros grandes, y Trasto me los quitó porque es muy bueno. No es un perro de raza, pero es precioso a su manera", añade.
"Muchas de las personas que vienen a la protectora, como pasa en muchas otras, lo hacen buscando un perro joven, más pequeño por el tema pisos y la falta de espacio para un perro más grande. Viene gente de todas las nacionalidades y culturas, pero ese criterio es bastante universal", concluye.
Desde la Protectora de Animais de Aloia hacen un llamamiento a todos los interesados para darle una más que merecida oportunidad a uno de los mejores amigos que uno pueda imaginar. Una fuente prácticamente ilimitada de cariño y juegos que anime la vida de cualquier hogar, por algo se dice que es "el mejor amigo del hombre", y Trasto es la viva prueba de ello.