Stellantis acuerda pagar 36,5 millones a su consejero delegado, Carlos Tavares, casi un 60% más

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Los accionistas de Grupo Stellantis han respaldado este martes el paquete de remuneración de 2023 al consejero delegado de la empresa, Carlos Tavares, por importe de 36,5 millones de euros, en una votación no vinculante, rechazando así las peticiones de los proxy advisor Glass Lewis, Proxinvest e Institutional Shareholder, y convirtiéndole en el directivo mejor pagado del sector de la automoción tradicional.

En concreto, el 70 % de los accionistas del grupo votaron a favor de subir el sueldo del directivo en la junta de accionistas, casi un 60% más respecto a los 23,4 millones que ganó en 2022, incluyendo un nuevo incentivo vinculado al cumplimiento de los objetivos de electrificación y software, en un momento en que Stellantis está siendo objeto de mayor escrutinio en países como Italia y Estados Unidos debido a los recortes de plantilla.

En concreto, Tavares ha recibido un salario base de dos millones de euros a los que se suman beneficios complementarios, como el uso de transporte proporcionado por la empresa, servicios de compensación de impuestos y primas de seguros por valor de 634.697 euros. Asimismo, ha percibido un remuneración variable con incentivos a corto plazo por 5,78 millones, a largo plazo por 26,12 millones y gastos de beneficios posteriores a la jubilación por 1,94 millones de euros.

De los 26,12 millones de euros de retribuciones a largo plazo, Stellantis detalla que esta cifra incluye 11,8 millones de gastos relacionados con el plan de incentivos de capital de la firma y 14,2 millones correspondientes al Premio 'CEO Transformation Incentive 2021 - 2025' (10 millones pagados en 2023 por la consecución de "3 Innovadores Hitos" y 4,2 millones correspondientes al Incentivo de Retorno al Accionista).

"Hay un contrato entre la empresa y yo, al igual que hay contratos para los jugadores de fútbol y para los pilotos de Fórmula 1", dijo Tavares a los periodistas que visitaron una planta en el Norte de Francia el lunes, según recoge Bloomberg. "Además, el 90 % de mi salario depende de los resultados de la empresa; esto demuestra que no son tan malos", ha añadido.

A mediados de febrero, el grupo automovilístico publicó sus resultados, con unas ganancias netas de 18.625 millones de euros en 2023, un 11% más que un año antes, y anunció que, en vista de estos resultados, distribuirá 1.900 millones de euros de bonus a su plantilla a nivel mundial.

Este respaldo al paquete retributivo de Tavares llega después de que los accionistas rechazaron el plan de remuneración del directivo correspondiente a 2021 en una votación no vinculante tras la oposición de accionistas galos. Por contra, el año pasado votaron un 80% a favor de la retribución de 2022.

En Italia, el grupo surgido de la fusión de los grupos italo-estadounidense Fiat Chrysler y el francés Groupe PSA, ha estado sumido durante semanas en una controversia con el Gobierno de la primera ministra, Giorgia Meloni, sobre los planes para reducir la plantilla y trasladar la producción de vehículos eléctricos a países que tienen menores costes de producción, como Polonia.

Stellantis y otros fabricantes de automóviles para el mercado masivo, incluidos Renault y Volkswagen, están encontrando dificultades para fabricar vehículos eléctricos asequibles de manera rentable, lo cual es crucial para competir con rivales chinos y evitar la desaceleración en la implantación de vehículos eléctricos. La semana pasada, miles de italianos se unieron a los trabajadores en huelga cerca de la base del fabricante de automóviles en el norte del país transalpino.

Stellantis apunta a una reducción de su fuerza laboral en Italia en un 8%, o aproximadamente 3.700 puestos de trabajo, según el sindicato Fiom. En Estados Unidos, la empresa ha iniciado el despido de miles de empleados suplementarios en Detroit, Toledo y Ohio, y está eliminando más puestos en Francia, según los comunicados de los sindicatos locales.

Las reducciones de personal, que contrastan con el aumento de la remuneración de los ejecutivos y un mayor dividendo, pueden plantear dudas sobre las prácticas de remuneración "además de causar un riesgo potencial para la reputación de la empresa", según señala Glass Lewis en un informe el mes pasado.

Tavares, que tiene 65 años, busca hacer que Stellantis logre soportar la transición a los vehículos eléctricos. Los inversores han recompensado los movimientos estratégicos del ejecutivo, lo que llevó a un aumento de aproximadamente el 60 % en el precio de las acciones el año pasado. Las acciones subieron incluso cuando la compañía perdió terreno frente a rivales en varios países, incluidos Francia y Estados Unidos, según el analista de datos del sector Jato Dynamics.

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