La vicepresidenta de la Diputación de Pontevedra, Marta Fernández-Tapias, acusó este viernes al Concello de Vigo de “torpedear” la labor de la institución provincial tras su expulsión de la sede del Casco Vello: “Nos quieren fuera de la ciudad”. En su opinión, solo así se entiende el escrito que ha enviado el Gobierno local solicitando la reversión del edificio cedido en el barrio histórico.
En este sentido, Tapias reclamó preservar a las instituciones de la “batalla ideológica”. “Mal empezamos si en lugar de corregir las formas, el PSOE vigués se radicaliza”, anotó, en clara alusión a una decisión que calificó de “personal y política”: “No entendieron el mensaje que los vigueses lanzaron en las urnas el pasado mes de mayo”, dijo.
“Cuando ya pensábamos que nada podía sorprendernos, nos comunican esta decisión que, en mi opinión, solo se justifica en el mal perder”, apuntó la vicepresidenta provincial, quien incidió en que “nadie entiende la deriva que están tomando los socialistas en Vigo”. “No aceptan que el pasado 28M se votó un cambio en la Diputación de Pontevedra y en las formas de gobernar, tanto a nivel provincial como municipal”, añadió.
Cree Tapias que el PSOE vigués no asume su derrota, tras perder 20.000 votos y la presidencia de la Diputación, y que solo así se justifica su intención de “dinamitar” la actividad y proyección de la institución en Vigo. “Desde entonces todos han sido obstáculos, primero en el Concello de Vigo y ahora también con respecto de la vicepresidencia de la Diputación”, indicó.
La vicepresidenta recordó que la sede viguesa está operativa desde el 2008, a iniciativa de un gobierno popular y que, desde entonces, ha desarrollado un “papel esencial y fundamental”, con un importante peso inversor en la ciudad que, advirtió, “no solo se mantendrá, sino que se potenciará con nuevos proyectos sobre los que ya estamos trabajando”.
En cualquier caso, pidió a los socialistas que aclaren “por qué un día exigen a la Diputación que mantenga sus inversiones en Vigo y al otro la desahucian”. En su opinión, “detrás de esta repentina necesidad de espacio, para un área abandonada a nivel local los últimos 16 años, no cabe más que una decisión política”, apuntó sobre una actitud a la que “poco hay que añadir”. “Las personas se definen más por sus comportamientos que por sus palabras, con lo que queda todo dicho”, concluyó Tapias.