El Bloque Nacionalista Galego propone su alternativa integral para la implantación de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Vigo. Los nacionalistas abogan por cambiar el enfoque de la medida, no aplicar restricciones ni sanciones sino fomentar de forma decidida el transporte público, la movilidad verde y el ámbito peatonal. Frente al modelo que estudia el Gobierno de Abel Caballero -que ha propuesto cuatro zonas de bajas emisiones en Bouzas, Zona Centro, Plaza de Portugal y Calvario-, los nacionalistas proponen que toda la ciudad sea una ZBE, “sin restricciones ni sanciones”.
¿Cómo sería? El concelleiro del BNG en Vigo, Xabier P. Igrexas, aseguró esta mañana en la presentación de su plan que existen alternativas de mayor eficacia que el modelo de limitaciones y sanciones, “que discrimina ás persoas pola renda, porque non todo o mundo se pode permitir un vehículo eléctrico, e polo lugar de residencia”. En ese sentido, llamó a reordenar y democratizar el espacio público para dar prioridad, por este orden, a la movilidad peatonal, en bicicleta o VMP y transporte público sobre el vehículo particular, reduciendo el uso de este último a los tráficos necesarios.
Más y mejor tranporte público
Entre las medidas recogidas en la propuesta del BNG, Igrexas destacó la “imprescindible” mejora del transporte urbano colectivo, actualizando el “obsoleto” mapa de líneas de autobús, incrementando las “insuficientes” frecuencias, renovando la flota actual por vehículos de bajas emisiones y abaratando las tarifas. De forma complementaria, apostó por estudiar la puesta en marcha de una línea central desde Navia hasta Teis mediante alguna modalidad de transporte eléctrico, como trolebús, tranvía o metro ligero.
En esa línea, Iglesias consideró necesaria una mejor conexión de las distintas terminales de las estaciones de tren, bus, transporte marítimo y el aeropuerto. También reclamó la integración de Vigo, a través de un nuevo acuerdo con la Xunta, en el plan de transporte metropolitano, la exigencia de más frecuencias de media distancia ferroviaria y la cooperación con otras administraciones para poner en marcha una red de cercanías, que conecte Vigo con Pontevedra y Tui.
Para reducir el número de vehículos privados que acceden a la ciudad, con más de 100.000 entradas y salidas cada día, el concejal del Bloque pidió habilitar aparcamientos disuasorios.
De cara a calmar el tráfico, reducir las emisiones y limitar los habituales atascos, demandó medidas adicionales como pasos de peatones resaltados y un mayor control de la velocidad y del acceso en las zonas peatonales. Frente a la predominancia del coche, propuso elaborar un metrominuto y biciminuto -que indican el tiempo entre puntos- para estimular los desplazamientos a pie y en bicicleta, además de retirar las restricciones no fijadas en el marco general de la ordenanza de VMP.
“Esta alternativa, que xa se vén desenvolvendo con éxito acreditado noutros concellos, como a cidade de Pontevedra, supón unha resposta integral que permitiría avanzarmos cara a unha mobilidade máis sustentábel e unha redución real das emisións contaminantes”, defendió el candidato del BNG, que cuestionó los mensajes “contradictorios” del Gobierno municipal con el objetivo de “minorar a oposición social ao seu modelo de ZBE baseado en multar a quen non teña un coche eléctrico”.
El edil nacionalista criticó también la “imposición unilateral” de este modelo de ZBE por parte del gobierno de Caballero, por lo que urgió a abrir un proceso participativo que cuente con la opinión y las propuestas de los vecinos, del tejido asociativo y de los movimientos sociales de la ciudad. “O espazo público é moito máis que un espazo que transitar, ten que ser tamén un espazo no que estar, encontrarse, convivir, xogar e pasear, un espazo que habitar”, remachó.