Un barrio de Vigo se une para crear su propio 'jardín navideño' con luces y un árbol de 20 metros

Aunque la Navidad trata de llegar a todos los barrios posibles de Vigo, todavía hay algunos que se escapan del plan navideño. Uno de ellos es el barrio de A Regueira, en San Andrés de Comesaña, que hasta hace cuatro años no tenía luces de Navidad. Fue en ese momento cuando Samuel y Érika decidieron iluminar ellos mismos su propia casa, para que el espíritu navideño pudiese llegar a sus vecinos y vecinas.

Así, crearon su propio 'jardín navideño' desde cero. En un primer momento, contaba con un árbol de Navidad de seis metros, que otro año ascendió a los doce, hasta llegar a la altura actual del árbol: veinte metros contando con la punta de la estrella. Aunque este es el protagonista de su Navidad este año, los otros árboles también cuentan con su espacio. "Una especia de evolución de árboles, para que quedaran expuestos como fuimos aumentando", comparte Samuel.

Pero no solo los árboles protagonizan esta Navidad. Samuel y Érika crearon una iluminación propia en el jardín, un Papá Noel entrando por la chimenea, renos colgados en la fachada de la casa, arbolitos por el muro, y hasta una alfombra roja. Y todo ello, intentando ampliar todo lo posible su decoración. "Ya estamos ampliando para empezar a iluminar los caminos del pueblo también, la casa ya se nos queda pequeña".



Samuel comparte que esto solo lo pueden conseguir con la ayuda de los vecinos y vecinas, que colaboran con mucha ilusión para poder crear este espacio navideño. "Participan todos los vecinos, entre todos hacemos una piña", asegura Samuel. Algunos incluso se empiezan a animar a incluir su propia decoración en las casas. Y los que no, colaboran a que la Navidad del matrimonio ilumine el barrio entero.

Para dar comienzo a esta época, organizaron su propio encendido. Aunque la lluvia amenazó esta celebración navideña, al final pudieron hacerla el sábado 22 de noviembre, adelantando la hora a las 20:00 horas. "Pusimos unos pinchos en el encendido, y cada vecino fue trayendo algo. Al final estamos todos muy unidos, cada uno aporta su grano de arena". Aunque Samuel admite que todavía le falta algo para poder tener el encendido que le gustaría. "Me gustaría que el alcalde estuviera aquí un año para pulsar el botón. Quisimos contactar con él varias veces pero no fue posible" asegura.

Ahora, todos los vecinos disfrutan de su propio encendido, sobre todo los más pequeños, que se ven inmersos en este espíritu navideño. Tan solo dos días después de haber encendido las luces, Samuel ya cuenta con nuevas ideas de cara al año que viene. "Me gustaría subir 3 o 4 metros más la altura del año, y poner muchos árboles por el jardín. Al tener todo montado, es cuando más ideas surgen".

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