Un camping con glamur y vistas a las Islas Cíes desde Baiona, así es el nuevo Glamping do Mar

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La nueva tendencia turística que une el camping con el glamur llega al área metropolitana de Vigo. En los últimos años numerosos enclaves gallegos han acogido este tipo de propuestas que permiten irse de camping sin renunciar todas las comodidades de un hotel, como es el caso de Muiñeira Camping & Glamping en O Grove, A Lagoa Camping en Valdoviño o el Glamping Illa de Arousa. Otros de los ejemplos de glamping que existen en Galicia y que cada vez cuentan con más adeptos son las cabañas de bosques o las burbujas astronómicas.

Siguiendo esta línea de llevar el máximo confort a la naturaleza, nace Glamping do Mar en Baiona. Se trata de un nuevo proyecto de alojamientos que llega a la comarca de O Val Miñor de la mano de Mar Lago y su familia, quienes quisieron poner en valor los encantos naturales de Baiona, apostando por este tipo de turismo con glamur y escapando de las opciones "masificadas", como los hoteles.

La impulsora del proyecto, que ya tuvo la oportunidad de vivir la experiencia de dormir en los nuevos alojamientos, no duda en asegurar que los grandes encantos de Glamping do Mar son sus increíbles vistas hacía las Islas Cíes y la unión perfecta entre el monte y el Atlántico. "Despertarse desde aquí viendo el mar es impresionante", asegura.

Elipsoides Glamping do Mar

Glamping do Mar como idea nació en el año 2018, aunque no será hasta este mes de octubre cuando se abra a sus primeros clientes. Después de la pandemia, la escasez de materiales y la subida de precios, Lago avanza que está previsto que en las próximas semanas ya esté habilitado el portal de reservas. En cuanto al precio, el glamping trabajará con dos temporadas, en las que el precio oscilará entre los 150 y 240 euros la noche, sin desayuno.

El nuevo camping de lujo de O Val Miñor se convierte así en el único de este tipo en la zona que no es de lona. Se encuentra en una finca de aproximadamente 6.000 metros cuadrados en la parroquia de Baredo, a cinco minutos de Baiona y a poco más de media hora de Vigo.

Alojamientos elipsoides

El nuevo complejo turístico está compuesto por un total de ocho elipsoides inspirados en los erizos de mar. Cinco están destinados al alojamiento de los clientes, uno funciona como recepción, otro como almacén y el último como aula polivalente con cocina. Es decir, "está pensado para que las personas alojadas puedan hacer uso de él para diferentes eventos, como cumpleaños", explica Lago. Además, uno de los habitáculos tiene acceso directo en coche para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida.

Interior de los domos de Glamping do Mar

Cada domo tiene un nombre de marisco y los destinados a hospedaje cuentan con una cama doble, cocina totalmente equipada, baño, bañera de hidromasaje y terraza privada. Tres de ellos están diseñados para un uso familiar con literas y uno está habilitado para mascotas. Además, todos ellos cuentan con un gran ventanal que permite contemplar el paisaje desde cualquier punto de la estancia.

Mar Lago nos cuenta que desde el principio tuvieron claro que el objetivo principal era "no romper con la estética natural de la zona y camuflar los habitáculos con el paisaje". Por este motivo, además de la forma ovalada, el acabado de las estructuras es gris ocurso y están construidas en altura para "respetar el crecimiento de la vegetación".

Un proyecto sostenible y ecológico

En la línea de apostar el respeto al paisaje y la sostenibilidad, Lago explica que su nuevo proyecto está realizado bajo el estándar Passivhaus. Esto quiere decir que cuenta "con una gran eficiencia energética y alto confort". De esta manera, el conjunto de casas está construido en madera y vidrio y como aislante, por el momento, utilizan un modelo ecológico fabricado con pantalones vaqueros reciclados.

Todos los alojamientos están dotados con una máquina de ventilación que garantiza siempre un aire limpio en el interior de la estancia y calefacción o aire acondicionado por aerotermia. Además, el complejo cuenta con paneles fotovoltaicos, cargadores para coches eléctricos y un sistema de recogida de aguas grises que se reutilizará para el riego de la finca.

Otro de los aspectos ligados al paisaje es que antes de arrancar con la construcción en la parcela se inició un proceso de recuperación del arbolado autóctono, como carballo, castaños o laurel, entre otros.

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