Un segundo informe sobre la seguridad de los pellets plásticos que ha elaborado el Centro Tecnológico de Investigación Multisectorial (Cetim), a partir de cuatro documentos técnicos que le ha remitido al Xunta, concluye que "no es una sustancia o mezcla peligrosa", de acuerdo con la normativa europea.
No obstante, sí hace advertencias específicas para que, en caso de vertido accidental, se evite "la formación de polvo". "Se indica no inhalar el polvo, evitar el contacto con la piel, los ojos y la ropa cuando se proceda a la limpieza del vertido", añade, para seguidamente recomendar el empleo de gafas de protección y guantes.
Estas son algunas de las líneas que recoge este documento que, sin embargo, todavía no ha estudiado la composición de los productos en sí, una labor en la que está inmersa "en paralelo" el propio Cetim, un centro privado situado en Culleredo (A Coruña).
Este segundo análisis lo encargó la Xunta y, a tal efecto, remitió al laboratorio cuatro fichas técnicas del producto que en las últimas semanas ha llegado a las costas gallegas después de que el 8 de diciembre un buque perdiera seis contenedores frente a las costas de Portugal.
El material es una 'masterbatch polimérica' compuesta en su mayoría --entre el 88 y el 90 por ciento-- por polímero de polietileno, al que se añade el aditivo UV622. En base a la ficha de seguridad, los expertos del Cetim recalcan que "no es una sustancia o mezcla peligrosa" ni contiene pigmentos "peligrosos".
Del mismo modo, no tiene "riesgo asociado a una posible reactividad" y "es estable bajo condiciones normales de almacenamiento y manipulación". Tampoco tiene "productos de descomposición peligrosos".
Eso sí, sobre el polímero que lo compone en su mayoría, se indica que, en formato de polvo, sí es "combustible". "Las partículas de polvo suspendidas en el aire pueden formar mezclas explosivas con el aire y el material molido puede causar quemaduras térmicas", agregan los expertos.
En las conclusiones finales del trabajo, cuyo contenido ocupa en total cinco páginas, el Cetim insiste en que tanto la 'masterbatch' como sus componentes individuales no son "una sustancia o mezcla peligrosa". Además, cumple con el reglamento de la Comisión Europea destinado a "entrar en contacto con alimentos".