Una trabajadora de Vitrasa enseña su nómina de 0€: "Es duro, la huelga no es un capricho"

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"Esta es mi nómina de enero, de cero euros, ¿se cree el alcalde que estamos en huelga porque nos interesa?", con estas palabras Rosa Pampillón, miembro del comité de empresa por UGT y conductora de los autobuses urbanos de Vigo, quiere "desmentir" que los empleados mantengan el conflicto laboral activo por interés personal o político. "No hacemos huelga por capricho, no es fácil mantenerse sin nómina, si lo hacemos es porque no tenemos otro remedio", lamenta.

En el caso de Pampillón, la compañía también la sancionó junto a otros compañeros, por impedir la salida de tres buses nocturnos durante O Marisquiño. Según la versión del comité, los servicios mínimos estipulaban que esa noche debía salir un bus, pero la empresa "se empeñó en que salieran 4". El caso está en el juzgado, pero por ahora se traduce en tres nóminas con cero euros. "Nos sancionaron por reclamar nuestros derechos", lamenta para insistir en que la compañía se ha beneficiado de la subida del billete, la última activada este lunes, pero no ha actualizado el salario de los trabajadores en tres años, a pesar de la disparada subida del IPC. "El billete se ha actualizado y nuestro salario no, mientras seguimos con condiciones laborales con horarios obsoletos", subraya la conductora. Se refiere al tiempo que se le exige a los conductores cubrir cada recorrido. Por ejemplo, la línea de Beade se debe hacer hoy en el mismo tiempo que antes de que se humanizara la carretera con badenes que obligan a ralentizar la velocidad, según denuncian.

Tras 73 días desde que se convocó la huelga, las posiciones parecen muy difícil de mover. Este lunes, la cita entre empresa, comité y mediadora acabó sin atisbo de acuerdo y con en conflicto muy encallado. Las tres partes se volverán a reunir este martes, 6 de febrero, a partir de las 9:30 horas, con el objetivo de encontrar un punto de encuentro que permita poner fin a la huelga como primer acuerdo para, a partir de ahí, comenzar a negociar el convenio colectivo.

Por todo ello, insisten en pedir al Gobierno local que interceda. Lo llevan haciendo desde el inicio. "Por favor alcalde, obligue a Vitrasa a asumir sus responsabilidades y ayúdenos a poner fin a esta situación y establecer un servicio de calidad", claman para reconocer que "es una empresa privada" y "no queremos que el alcalde se siente a negociar el convenio" pero sí piden al Ejecutivo local que expediente a Vitrasa "por sus incumplimientos" como servicio público en concesión que es. Y ejemplifican: "Recorte de líneas, autobuses parados… Vitrasa no cumple las condiciones y nos extraña que el alcalde mire para otro lado".

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