Las fuertes lluvias de los últimos días han puesto el foco en los numerosos edificios que existen en Vigo en estado de abandono y que suponen un peligro para los ciudadanos. El último en sumarse a la larga lista de edificios vacíos y sin uso en la ciudad está además en pleno centro, con riesgo importante de derrumbe de ciertos elementos de su fachada. Se trata del inmueble situado en la esquina entre Magallanes y Urzáiz, a unos pasos de la Farola de Urzáiz.
El Concello de Vigo ha procedido de forma cautelar a vallar parte de la acera contigua al edificio, ya que la marquesina que afea al edificio y que fue añadida en una reforma posterior en el bajo comercial, tiene riesgo de derrumbe y se han desprendido ya varios elementos. También se ha apuntalado una de las esquinas.
Se trata de un edificio de 1910 con 612 metros cuadrados construidos, originalmente destinado a viviendas y que lleva años totalmente abandonado. Los bajos comerciales fueron remodelados en 1962, y llevan años cerrados. A pesar de estar en una de las ubicaciones prime de la ciudad, el bajo lleva cerrado desde 2019, cuando bajó la verja LV Vogue, que ocupaba los 189 metros cuadrados del local. Antes lo ocupó Curtidos Blanco, especializado en calzado y otros artículos de cuero.
El inmueble, de dos plantas, contaba en origen con una vivienda en cada piso, con más de 200 metros cuadrados, según la información catastral. Llevan décadas sin ningún tipo de mantenimiento. Este medio ha consultado al Concello sobre las medidas que se le exigirán al propietario del inmueble, sin obtener respuesta por ahora.