Se habla mucho de la Navidad de Vigo o del ascensor Halo, pero una de las grandes actuaciones que han marcado un antes y un después en la ciudad olívica en su historia reciente es la creación de la Vía Verde. La senda que une Vía Norte con Teis hasta el término municipal de Redondela es el plan idóneo para caminar o hacer ejercicio, además de convertirse en el atajo perfecto para aquellos que quieran ir andando desde el barrio de Teis al centro de la urbe gallega en un recorrido completamente llano. Sin embargo, el potencial de la Vía Norte va mucho más allá, de ahí que el Concello haya instalado a lo largo de su recorrido espacios para descabsar y tomar el sol y dos áreas biosaludables para ponerse en forma. Precisamente, en esa especie de "gimnasio al aire libre" situado en la zona de Coutadas ha sufrido el ataque de lo vándalos, que han roto la red de la mesa de ping pong.
Actualmente, las personas interesadas en jugar al ping pong en este espacio se ven obligados a jugar sin red o a llevar las portátiles que se venden en tiendas deportivas. La mesa de ping pong es la única que se ha instalado en la Vía Verde después de que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, declinara ubicar más este tipo de instalaciones ante los problemas de viento a la hora de practicar esta modalidad deportiva. Eso sí, el regidor vigués ha confirmado que entre los proyectos que se manejan para mejorar la senda verde es la instalación de circuitos de calistenia para que aquellas personas interesadas en hacer crossfit puedan hacerlo a lo largo de esta actuación que ha dado una nueva vida a las antiguas vías por donde antes pasaba el tren.
El ámbito deportivo y de vida sana no es el único en el que el Concello pretende otorgar un nuevo impulso a la Vía Verde de Vigo. Otro proyecto que está en proceso de materializarse es la instalación en la senda que une Vialia Vigo con Chapela de chiringuitos, es decir, los habituales quioscos con aseos que cada verano están ubicados en las playas más importantes de la ciudad olívica. Estos espacios contarán con zona de mesas y sillas, donde se podrá tomar una bebida, un helado o algún tentempié mientras se disfruta de las vistas y la tranquilidad que ofrece la Vía Verde de Vigo. La idea que manejaba el Concello es que estos chiringuitos estuvieran operativos desde mayo hasta finales de octubre.
Pero una de las críticas que ha despertado la Vía Verde desde su puesta en marcha es el duro impacto del sol en los días de altas temperaturas, lo que hace que caminar por la senda en verano sea incómodo. Por ello, el Concello ha diseñado la creación de zonas de sombra en las áreas de descanso con la instalación de toldos tipo vela con el objetivo de favorecen la estancia de las usuarias y usuarios de este paseo de cerca de 4 kilómetros.