Vigo apagó este domingo las luces de Navidad tras casi 60 días de iluminación navideña y “niveles de afluencia importantísimos” cuyos datos definitivos y oficiales se esperan para los próximos días. En un incesante aumento de visitantes, Vigo marcó este año un nuevo récord, con jornadas de colapso total ante una afluencia masiva de turistas que acudieron a la ciudad para disfrutar la bautizada por el regidor vigués como “la mejor Navidad que se hizo nunca, en ningún sitio”.
Parte del éxito navideño de la ciudad ha ido acompañado estos últimos años de un contrato de iluminación -que se ha ido ampliando para ganar más calles iluminadas- con la empresa andaluza Ximénez. Esta compañía se ha encargado desde 2018 de poner el alumbrado de Navidad en Vigo, un jugoso negocio en el que ha ganado una notable visibilidad en medio del estallido turístico de la ciudad. Sin embargo, tras la prórroga de este ejercicio, el contrato ha finalizado y el Concello deberá poner en marcha una nueva licitación.
Por ello, se espera que este próximo año la Navidad de Vigo dé un nuevo salto, ya que no tendrá que estar sujeta a las constricciones de un contrato de hace cinco años. “Tenemos las ideas”, avanzó este lunes el alcalde, Abel Caballero, pero evitó avanzar ningún detalle para “que no nos copie nadie” ya que, aseguró Caballero, “todo el mundo está atento” y otras ciudades “van poniendo a veces copias literales, a veces remiendos”.
La intención del Ejecutivo es hacer público el pliego de licitación “lo más tarde posible para que tengan menos tiempo a copiarnos”, dijo el regidor vigués preguntado por este diario. En el aire, está el objetivo municipal de ampliar más las calles iluminadas, con 400 nuevas peticiones sobre la mesa, que se suman a las ya casi 400 calles con decoración de este año. “Hay una demanda masiva en la ciudad y yo lo entiendo”, considera Caballero, que dice ver un “clima social y de fiesta” a favor.
Por tanto, se espera que en los próximos meses se conozcan los nuevos detalles, que se harán públicos en los pliegos del contrato. Permitirán conocer las intenciones municipales, así como evaluar si se harán cambios tras las quejas de este año, fundamentalmente relacionadas con el Cíes Market y las atracciones en la zona de Areal y Plaza de Compostela. En cualquier caso, el contrato estará restringido a solo unas pocas empresas especializadas en iluminación navideña, teniendo en cuenta las probables características del pliego, que requerirán un enorme despliegue y uso de grandes elementos que no están al alcance de la mayoría de pequeñas empresas.
Una Navidad récord y con un alza de quejas
La de este año fue una Navidad de contrastes, entre el éxito de turismo y las quejas de vecinos, fundamentalmente agrupados bajo la plataforma “Vecinoszonacentro” en Twitter, que denunciaron el ruido de las atracciones, las luces encendidas fuera de horario o el “maltrato” a las zonas verdes de la ciudad, así como la “vulneración de sus derechos fundamentales”.
Frente a las críticas, Caballero destacó el planteamiento navideño del Gobierno local “gusta a la gente de Vigo”, además de al creciente número de turistas, este año con especial atención a la llegada de portugueses. “Tuvimos algo muy importante: afluencia multitudinaria de amigos y amigas de Portugal”, recordó en rueda de prensa el regidor vigués, para asegurar que también se escuchó en la ciudad inglés, francés, alemán y “los acentos de toda España”.
“Las gentes planteaban que nunca habían visto nada como la Navidad de Vigo”, aseguró Caballero para prometer, de nuevo, superar los datos estas próximas fiestas: “Iniciamos la cuenta atrás, va a ser todavía mucho mejor”.
Frente al desbordante entusiasmo municipal, aumentaron las quejas por el “colapso” de tráfico producido este año cuando miles de vehículos se concentraron en solo dos días, marcando récord de accesos a la ciudad, pero también un caos circulatorio en el centro. Si Caballero asocia las quejas a movimientos políticos “apéndices de BNG y PP”, desde Vecinos Zona Centro le reprochan que se “olvide de una vez de los apéndices” e insisten en que son un “movimiento civil aunque eso le moleste tanto”.