El alcalde de Vigo, Abel Caballero, aseguró esta mañana desconocer el plan de inspección policial anunciado esta semana por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para asegurar la seguridad durante la posible reapertura de la hostelería. "Es lo que puedo decir, no lo conozco, ni siquiera el presidente de la Xunta tiene la cortesía de dirigirse al alcalde de Vigo diciéndoselo", afirmó Caballero en rueda de prensa.
Preguntado por la aplicación de las futuras tareas de inspección que según al Xunta deberán organizar los alcaldes y alcaldesas con los cuerpos de seguridad local, y que será "requisito necesario" para permitir la reapertura, el regidor vigués aclaró que desconocía cualquier indicación. "Ni siquiera tiene la cortesía de llamar, esto es el presidente de la Xunta, engreído en su soberbia", espetó el alcalde de la ciudad olívica.
Vigo puso en marcha el pasado mes de diciembre la figura de los "asesores covid", un cuerpo de trabajadores contratados por Feprohos con una subvención de 75.000 euros del Concello para realizar "una asesoría amigable", en palabras de Caballero. No tenían capacidad sancionadora ni autoridad y solamente podían "recordar" a los incumplidores las medidas vigentes.
Para la reapertura de la hostelería, que podría producirse a mediados de la próxima semana -a tenor del calendario marcado por Feijóo- si continúa la buena evolución en el descenso de contagios, el Gobierno autonómico quiere reforzar la seguridad y agilizar el rastreo. Además de ese plan de inspección policial del que por ahora poco se sabe, la Xunta quiere acordar con el sector un "Plan de hostelería segura" que pondrá el foco en la identificación de los usuarios.
Sanidade quiere poder rastrear a los clientes en el caso de que se produzca un brote y se pretende hacerlo con un registro de visitas. ¿Cómo se podría aplicar? La Xunta podría basarse en el modelo ya vigente en Castilla-La Mancha. Allí, el Ejecutivo regional ha creado una aplicación móvil "Ocio responsable" que genera un código QR que identifica a los usuarios y con el que se puede entrar a bares o restaurantes. Así, al entrar o querer consumir, el camarero escaneará el código QR del cliente, registrando al usuario. La información está cifrada y el local no podrá acceder a ella. Los datos únicamente se utilizan por la autoridad sanitaria en caso de detectar un caso Covid para rastrear a los posibles contactos. Los hosteleros no pueden atender a nadie que no disponga de código. En cualquier caso, esta medida no es nueva para los gallegos, ya que este verano las discotecas ya crearon un sistema de registro para poder acceder a sus instalaciones. Otras opciones que se barajan son la posibilidad de que el local anote el DNI y teléfono del cliente en una hoja de registro.