Precisión. Delicadeza. Armonía. El público vigués fue testigo de esta conjunción simultánea de elementos en el Teatro García Barbón gracias al Ballet Nacional Ruso, que puso en escena “El Cascanueces”, una de las obras más importantes de Piotr Tchaikovsky.
Bajo la dirección de Sergei Radchenko, fundador de la compañía y legendario solista del Teatro Bolshoi de Moscú, los más de 50 integrantes del Ballet Nacional Ruso dieron vida a una de las obras esencia de la danza clásica.
Con coreografía de Marius Petipa y libreto de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, esta fábula, ambientada en la Navidad de principios del siglo XIX, hizo soñar a los allí presentes a través de una escenografía y vestuario llenos de magia. Y conquistó sus palmas, porque al concluir la representación, los que llenaban la práctica totalidad de las butacas del García Barbón, dedicaron cinco minutos de intensos aplausos a los bailarines del Ballet Nacional Ruso congregados sobre el escenario.
El Cascanueces, un clásico atemporal
La puesta en escena de “El Cascanueces”, dividido en dos actos, representa la nostalgia por la inocencia perdida y la pugna entre la realidad de los adultos y el mundo onírico de los niños, un tema recurrente a lo largo de la historia cuya armonización de belleza y drama ha convertido a este ballet en un clásico atemporal.
Esto explica que más de un siglo después de su estreno –se presentó en 1892 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo- la obra continúe conquistando al público no solo en Vigo, sino en todo el mundo. Y para muestra, la extensa lista de países por los que la compañía de Radchenko ha realizado y continúa realizando giras, entre los que figura Turquía, Singapur, Estados Unidos o Sudáfrica.
La obra llega este martes a Pontevedra
El Ballet Nacional Ruso sigue con su gira en el sur de Galicia. Este martes lleva "El Cascanueces" a Pontevedra, donde a partir de las 2030 horas actuará en Auditorio de la Sede Afundación.