"Repartos continuos de mascarillas". Caballero confirma que la intención del Concello es que una gran parte de la población viguesa cuenta con este material de protección contra el COVID19. El regidor de la urbe gallega anunció en su rueda de prensa "telemática y virtual" que el Gobierno le ha comunicado que este mismo miércoles llegará a la ciudad olívica una remesa de 43.500 mascarillas. Estas unidades se suman a la compra de 100.000 que adquirió el Gobierno local y que se distribuirán en entregas de 20.000 cada semana.
La gran novedad, en esta ocasión, podría estar en el formato del reparto gratuito. Abel Caballero señaló que mantendrá un encuentro esta misma tarde con el concelleiro de Participación Cidadana, Abel Losada, para determinar cómo se despachan las nuevas remesas. El alcalde apunta que algunas asociaciones de vecinos se han ofrecido a hacer la distribución, pero ahora mismo las restricciones del estado de alarma impiden esta vía. El alcalde descartó la opción de enviarlas por el servicio de Correos dado su elevado coste. "Es más caro el envío que las propias mascarillas", apuntó.
Sin concretar nada, Caballero valoró que en el sistema de reparto vuelva a tener protagonismo el equipo de voluntarios. Una alternativa a esa distribución en las calles o en los principales puntos de acceso del transporte pública sería que los voluntarios dejasen en el buzón las mascarillas para los vecinos de la ciudad. Este modelo ya se realizó en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, donde efectivos de Protección Civil repartieron un total de 550.000 unidades.
El Gobierno ya repartió en Vigo mascarillas gratuitas en dos ocasiones. La primera fue cuando se reanudaban las actividades no esenciales. La acción se centró en las principales industrias y puntos trabajos de la urbe gallega y la segunda se desarrolló esta semana en los principales nodos de transporte dada la obligatoriedad del uso de este material de protección en el autobús urbano. Por su parte, el Concello despachó 20.000 unidades en los accesos a las tiendas de alimentación para proteger a aquellas personas que acudían a la compra. Estos repartos, realizados por el equipo de voluntarios, se produjeron en diferentes zonas del casco urbano y en las parroquias.