“Hay demasiada gente para poder caminar con el paraguas”. Ni la insistente lluvia que afectaba este viernes por la tarde-noche a Vigo disuadió a miles de personas de acercarse a la ciudad olívica para disfrutar de las luces de Navidad. Todo esto con sus consecuentes atascos y aglomeraciones en el centro urbano, que volvieron a firmar otro viernes de lleno hasta la bandera, con los parkings completos ya al mediodía y miles de coches intentando hacerse paso por las principales calles de Vigo.
Después del colapso que sufrió el pasado viernes la ciudad, que, al coincidir con un día festivo en Portugal, hizo que miles de vecinos de más allá del río Miño “invadiesen” la urbe gallega, este 8 de diciembre se ha vuelto a vivir una imagen semejante. Esta vez, eran miles de paraguas los que se podían ver durante las primeras horas del encendido de las luces del parque temático navideño vigués moviéndose a través de los puntos claves de la “mejor navidad del mundo”, como asegura el alcalde.
Aparcamientos como los de Urzáiz ya mostraban su cartel de “Completo” pasado el mediodía en Vigo, donde se hacía complicado intentar comer en algún establecimiento del centro urbano. Acentos lusos, andaluces o incluso extranjeros se podían oír entre los grandes elementos que decoraban García Barbón y Policarpo Sanz, con multitud de turistas que no perdían la oportunidad de hacerse fotos pese a que todavía no estaban encendidas las luces o aprovechando las horas bajas para poder hacer su viaje por la noria.
Llegaba el anochecer y la afluencia de coche fue creciendo en las entradas a la ciudad olívica, cabía esperar que se formasen colas kilométricas como las vividas en la semana anterior. Y aunque desde Praza do Rei niegan que existan, este viernes la Policía Local de Vigo añadió nuevas acciones al Plan de Tráfico planteado por el Concello antes de que comenzase la Navidad.
Así, desde las 17:00 horas los agentes locales tuvieron que cortar el túnel de Beiramar debido a la saturación de tráfico que existía en la salida hacia la “paellera”. Fue durante al menos durante media hora, según informaban fuentes policiales, algo que se fue repitiendo intermitentemente para poder manejar mejor el tráfico. También se realizó en Praza España, en la entrada hacía Gran Vía; en la intersección de Vázquez Verla con Urzáiz e incluso en la entrada al Centro Comercial Vialia, debido a la cantidad de vehículos que pretendían acceder al aparcamiento y que colapsaban la zona de Praza da Estación con Lepanto y Alfonso XIII. Todo esto "sin los efectivos suficientes" para la situación, lamentaban los agentes en las calles.
Sin embargo, el denso tráfico no impidió que miles de personas disfrutasen del alumbrado navideño vigués, ya fuese en Porta do Sol, escapando unos instantes del paraguas para hacerse la foto de rigor, por Policarpo Sanz, Cíes Market, sobre el tren o en las atracciones en Areal. Todo para no perderse ni uno de los más de 11 millones de leds que dan luz a la Navidad de Vigo.
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