Vigo inicia la plantación de vegetación en la Gran Vía con 710 arbustos y 207 "árboles creciditos"

Las rampas de Gran Vía son uno de los elementos más icónicos y a la vez más controvertidos // Metropolitano

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El alcalde de Vigo, Abel Caballero, anunció esta mañana el inicio de la plantación de árboles y arbustos en el tramo de las rampas de Gran Vía. “Le faltaba todo el verde”, aseguró el regidor para asegurar que se van a plantar “207 árboles ya creciditos” además de 710 arbustos y 2.800 plantas de temporada.

Caballero enfatizó en que hasta ahora había 68 árboles y defendió su política vegetal para asegurar que “no hubo ningún alcalde o alcaldesa que plantara ni siquiera la décima parte de los que yo planté”. A la vez, defendió que “hay maldicientes, mentirosos y calumniosos organizados” que aseguraban que no se plantarían las especies vegetales. “Yo jamás corto un árbol si no está en una condición así”, dijo señalando una fotografía con un árbol en evidente mal estado.

La llegada de todos los elementos vegetales se alargará a lo largo de todo el mes y el Concello trabaja con un calendario en el que se inaugurará este nuevo tramo de la Gran Vía, entre María Berdiales y Venezuela, a finales de noviembre. Será entonces cuando se pueda transitar por las nuevas rampas que salvan la pendiente y que, en opinión de Caballero, constituyen “una escultura, una hermosísima escultura”.

Este primer tramo se prolonga 200 metros y contó con un presupuesto cercano a los 5,2 millones de euros, cofinanciado por la Unión Europea mediante los fondos FEDER. Se engloba dentro del proyecto de Vigo Vertical.

La nueva vegetación de la Gran Vía seguirá los criterios de disminución del riesgo, optimización del mantenimiento con menos podas y creación de un “entorno más natural mediante vegetación exuberante”, según se recogía en el proyecto para aportar 835 metros cuadrados de vegetación.

En las aceras, la nueva Gran Vía cambiará de color, del verde al amarillo, según pasen las épocas del año gracias a la especie caducifolia elegida. Estos árboles que crecerán de forma estrecha y alargada, evitando el conflicto con los vecinos de los primeros pisos. Sin embargo, no estarán a lo largo de toda la reforma. En las aceras de El Corte Inglés el Concello ha optado por otro tipo de arbolado de “poco desarrollo” y otras “características ornamentales”.

Helechos arbóreos, fatsias y vegetación baja compondrán el paisaje vegetal junto a las pasarelas para crear un aislante natural del ruido y, a la vez, “producir un efecto refrescante” durante el calor estival.

Sin embargo, la construcción de estos pórticos se saldó con la tala o el traslado de los árboles que se encontraban en la calle. El informe técnico municipal aconsejaba talar medio centenar de ejemplares por “daños inaceptables”. Se trataba principalmente de tilos y castaños.  Desde que se planteó, sus detractores se han agrupado en la plataforma “Salvemos la Gran Vía”. Lamentan la pérdida del bulevar original y han defendido siempre que no se talaran los árboles.

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