El alcalde de Vigo, Abel Caballero, anunció este martes en rueda de prensa que la Xunta de Goberno local aprobará esta semana el inicio de los trámites administrativos para poner en marcha una nueva ordenanza que regule las zonas de bajas emisiones (ZBE). El Concello está obligado a hacerlo para cumplir con la Ley 7 2021 de cambio climático y transición energética que fija el horizonte de 2023 para que todos los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes tengan sus planes de movilidad urbana sostenible aprobados.
Para cumplir con la ley, el Concello de Vigo aprobará este viernes la apertura del trámite de consulta pública que dará inicio a la tramitación de la norma. La consulta pública se hará a través de la web municipal y desde ella los colectivos, asociaciones y personas que lo deseen podrán enviar sus aportaciones para la redacción de la normativa.
Caballero explicó que el objetivo es “implantar zonas de bajas emisiones en varias partes del municipio para mejorar la calidad del aire y la salud, reducir las emisiones de gases y el ruido, etc.”
En las zonas de bajas emisiones se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones de acuerdo con lo establecido en el Reglamento General de Vehículos vigente. En el caso de Madrid Central, posteriormente rebautizado como Distrito Centro, se prohíbe el acceso a las zonas más céntricas de la ciudad a los coches más contaminantes.
A mayores, la nueva ley también incentiva a los ayuntamientos a aprobar medidas para facilitar los desplazamientos a pie, en bicicleta u otros medios de transporte activo, así como corredores verdes intraurbanos que conecten los espacios verdes con las grandes áreas verdes periurbanas.
Los nuevos planes de movilidad deberán incluir iniciativas para la mejora y uso de la red de transporte público, incluyendo medidas de integración multimodal, así como la progresiva electrificación de la red de transporte público y otros combustibles sin emisiones de gases de efecto invernadero, como el biometano.
En cuanto a la movilidad eléctrica, los ayuntamientos deben fomentar nuevos puntos de recarga, el uso de medios de transporte eléctricos privados, e impulsar la movilidad eléctrica compartida.
El regidor vigués destacó este martes que “estamos en esa dirección con las rampas, los ascensores, las escaleras mecánicas, el transporte público o los patinetes y bicicletas…” Se espera que la nueva ordenanza para los vehículos de movilidad personal (VMP) se apruebe al fin en los próximos meses. En peor situación está la planificada red de carriles bici que se extendería a toda la ciudad. Por ahora, Vigo solo cuenta con un único carril que une Teis con Coia y el Concello no ha anunciado todavía obras en este sentido en ninguna calle más, a excepción de la ampliación hacia Samil en la humanización de la Avenida de Europa.