Desde hoy, doce coches de la Policía Local contarán con un desfibriladores semiautomático de última generación que permita actuar de forma inmediata en casos de parada cardíaca. Además, otro más se instalará en las oficinas de la Jefatura de Policía en Praza do Rei.
Aunque todas las instalaciones deportivas municipales cuentan ya con desfibriladores, ahora el Concello “quiere darle otra dimensión de ser portátiles”, en palabras del regidor vigués, Abel Caballero. Los nuevos aparatos, que son semiautomáticos, permiten que el personal no sanitario puede actuar con rapidez en paros cardíacos ya que estos aparatos guiarán a los agentes paso a paso. Además, en lo que va de año el Concello ha formado a 145 agentes en el uso y manejo de este dispositivo.
Con respecto a ampliar la presencia de desfibriladores a todos los edificios de titularidad municipal, Caballero aseguró que “es el objetivo” porque “tienen que ponerse en todas partes”, aunque, en su opinión, “es una medida que debería aplicar la Xunta”. La medida supuso una inversión de 15.000 euros más IVA.
En 2018 se registraron siete fallecidos por parada cardíaca en la ciudad de Vigo. Todos ellos eran varones de más de 70 años.