El Vigo Vertical se traducirá en una de las grandes actuaciones urbanas de este siglo en la ciudad olívica. El mapa de ascensores, rampas mecánicas y escaleras continuará ampliándose en los próximos años y extendiéndose desde el centro a los barrios para sobrepasar una inversión de más de 24 millones de euros si se cumplen las previsiones municipales. Por ahora, en menos de una década se han ejecutado ya unos 13 millones, a los que hay que sumar 5,5 en proyectos firmes.
La movilidad de Vigo será radicalmente diferente en una década. Para ello, el Gobierno municipal mantiene un plan de ruta que se va ramificando. El proyecto inicial contemplaba un corredor vertical entre el Auditorio Mar de Vigo y O Castro que salvara la elevada pendiente a través de rampas, ascensores o escaleras. Parte de este proyecto se ha ejecutado, pero además se ha diversificado con actuaciones en Gran Vía o Urzáiz. La iniciativa municipal es ir más allá y llegar también a barrios como Teis, donde se plantea la posibilidad de construir una rampa que dé acceso al centro de salud, salvando el empinado acceso.
Entre los 13 millones ya ejecutados, o en proceso de ejecución, están las rampas mecánicas de la Gran Vía. Aunque el proyecto inicial contemplaba una inversión de unos 9 millones de euros, finalmente se ha quedado en algo más de la mitad después de que la Xunta paralizase dos de los tramos (el situado entre Urzáiz y Maria Berdiales y la continuación entre Venezuela y Praza de España). Una vez finalizado será el más icónico, y también el que mayor contestación social ha recibido. Los críticos lamentan los tonos arcoiris seleccionados, la destrucción del bulevar original y el arboricidio de decenas de ejemplares. En general, aquellos que se oponen al proyecto denuncian lo “excesivo” de la inversión. Caballero insiste por su parte en que se redoblará la vegetación y habrá especies “de gran porte”. El resultado final no se podrá ver hasta bien entrado el otoño, aunque las rampas entrarán en funcionamiento antes.
Más allá de las actuaciones ya ejecutadas, como las escaleras de Segunda República, el ascensor de Pizarro o los elevadores de Torrecedeira y Camelias, se plantean muchos más. De hecho, el Gobierno municipal espera doblar la inversión. “En este momento tenemos previsto 20 millones de euros en obra futura”, explica Abel Caballero.
Entre los planes futuros, se ha adelantado los ascensores entre Marqués de Valterra con Torrecedeira, el de Thom Mayne que unirá García Barbón y el Vialia y el de la futura plaza de la estación de Vialia y la calle Urzáiz con el cruce de Vía Norte. Además, se ha sumado también unas escaleras en la rúa Talude, de 1,5 millones de euros, junto al colegio Mariano.
Con todo, para llegar a los 24 millones todavía quedarían inversiones no anunciadas. El regidor vigués ya anunció su intención de construir una rampa en Teis -junto al centro de salud- y crear un conjunto de rampas, escaleras y ascensor en Joaquín Loriga. En cuanto a la Gran Vía, el plan inicial pasaba por continuar las rampas hacia el otro tamo, de Praza de España a Praza América. Caballero también valoró la posibilidad de llevar este proyecto a la calle Manuel de Castro -Entre Balaídos y Castelao- y al tamo entre Segunda República y O Castro -Campo de Granada-.
La mayoría de actuaciones están subvencionadas por los fondos EDUSI de la Unión Europea, que se hace cargo de 80% del presupuesto de cada actuación. Se busca favorecer el paso a una economía de bajo nivel de emisión de carbono en todos los sectores mejorando la accesibilidad y movilidad sostenible.