“Un emblema de la ciudad tiene que ser más visible”. Con estas palabras Abel Caballero anunciaba esta mañana la mejora de la iluminación de la escultura de Praza de España.
Diseñada por Juan José Oliveira e instalada en abril de 1991, la escultura que corona uno de los principales accesos a la ciudad está siendo sometida a un “estudio profundo de su estado”.
Desde esta mañana los técnicos municipales trabajan para saber cuál es su estado de conservación. Para ello, se realizarán perforaciones en la estructura de hierro de 40 toneladas, se revisará la cimentación y se pondrán a prueba los anclajes. Este “escaneo total de la estructura”, en palabras de Caballero, busca conocer también el nivel de corrosión ante la falta de mantenimiento de los últimos años.
En esta línea, el Concello repondrá e instalará una nueva iluminación que seguirá el diseño del escultor ya que para modificarla se requeriría el permiso de sus herederos. Aunque se mantendrá la filosofía inicial “que ya casi nadie recuerda porque lleva más de 20 años estropeada”, el objetivo último es hacerla más visible. La iluminación “fue quedando fuera de uso y nadie le hizo ninguna revisión ni reparación o mantenimiento”, sentenció caballero. El plazo de ejecución del estudio es de un mes.
Este conjunto escultórico, que tuvo un coste aproximado de 89 millones de pesetas de la época, representa a cinco caballos salvajes en su ascenso por un torrente. Con ella, el escultor quiso rendir homenaje a los potros que otrora poblaban el cercano monte de O Castro.